Día uno: La prueba

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Parados justo enfrente de las enormes lenguas de fuego, las cinco personas parecían muy intimidantes. Aún así con Naruto entre los ninjas que presenciaron su llegada no habría problemas, ¿cierto? Si no fuera porque Akamaru había sostenido a Sakura para evitar que con la explosión saliera volando ahora mismo hubiese caído al piso, no por el miedo, ella había visto unos segundos antes de que la bomba explotara que alguien la había lanzado, sino de la sorpresa de que la están buscando.

— Si no se presenta el ángel venenoso frente a nosotros atacaremos la aldea hasta no dejar nada —dijo el que estaba en medio de los cinco con una sonrisa que despedía veneno.

—¡No tenemos a esa chica en nuestra aldea!, o se van ahora o nos encargaremos de ustedes ahora mismo —dijo Naruto furioso de que alguien se haya atrevido a adentrarse a la aldea y amenazarlos.

Con gran rapidez muchos varios ANBU y jounin comenzaron a reunirse en el lugar de ataque para proteger la aldea. Entre ellos por supuesto estuvo los compañeros y ex amigos de Sakura con sus maestros. Ninguno se había lanzado a dar el primer golpe ya que no conocían a estos enemigos, sobre todo, pesar de estar rodeados por todos lados, ellos miraban sonrientes y confiados.

Kiba miró con rabia a los cinco hombres estaba dispuesto a saltar para ir junto Hinata y protegerla, sus instintos caninos le decían que ellos eran unas personas muy peligrosas, eso fue hasta que sintió a su lado a Sakura temblar de pie a cabeza. Al mirarla sus rasgos se suavizaron, se veía temerosa. Tuvo que morderse la lengua al ver el gran deterioro de un ninja frente a él, sobre todo de alguien que algun vez fue la estudiante de la Hokage.

—Sakura, ve a con los aldeanos a esconderte —dijo Kiba tomando sus hombros para que le mirara. Sintió un poco de pena por decirle eso en vez de que fuera a ayudar o que corriera al hospital cuando sabía que todos la rechazaban.

Varias pequeñas explosiones comenzaron a crearse en toda la aldea, una por el ala oeste, en el sur, por el hospital, cerca de la academia, en el mercado. Grandes y pequeños, pero lo suficientemente grandes como para poner a toda la comunidad en cáos.

Sakura bajó la mirada triste a sabiendas de que era verdad, ellos no la querían aquí. Sin nada por poder hacer asintió derrotada y comenzó a correr sin que Kiba supiera que en realidad el temblor en su cuerpo es porque no estaba tan asustada porque atacaran la aldea sino porque conocía a esas personas... Ellos son otros de los perros del consejo, unos despiadados ninjas que disfrutan el poder que les otorga el consejo. Querían al ángel venenoso no a Sakura Haruno. Se bajó del árbol y comenzó a correr en sentido contrario al del enemigo.

Naruto junto con kakashi con su sharingan descubierto comenzaron a correr y golpear al líder que con gran facilidad estaba esquivando todos los golpes, incluso los de Kakashi a pesar del sharingan. Todos a su alrededor estaban teniendo problemas para ponerse al día contra ellos e incluso algunos jounin y ANBU habían caídos paralizados o debilitados por algunos de ellos.

—¡Que aburrido! Salvador, creí que serías un reto aún más grande y sobre todo de ti ninja copia.

Naruto chasqueó la lengua enojado, estas personas se movían con gran habilidad.

—Aquí no hay nadie que se llame el ángel venenoso, ¡váyanse de una vez! —gritó Naruto lanzando una gran cantidad de shurikens al líder.

El chico de cabello oscuro se rió, dio una voltereta hacia atrás, justo en ese momento Kakashi apareció con un Chidori en mano para incrustar en su pecho. A duras penas lo logró esquivar pero por desgracia para él quedó atrapado en una de las sombras de Shikamaru. En aquel momento Naruto aprovechó que estaba atrapado para entrar en modo sabio y hacer un gran rasengan.

Mi otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora