Encuentro

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Ahí estaba él frente a ella con su semblante tranquilo y su kusanagi en la espalda. Todo en él se veía perfectamente normal e igual que antes de la batalla, aún así la imagen de él tendido en el suelo lleno de sangre y sin vida se superpone a esta vista.

Es él.

Su cuerpo entumecido por estar tanto tiempo inmóvil de pronto se llenó de adrenalina ante esta nueva revelación; es como estar viendo un fantasma, no, un pasado que es demasiado doloroso para recordar, lo que ha marcado su infancia hasta hace unos días.

Las emociones comenzaron a fluctuar dentro de ella: sorpresa, decepción, angustia, tristeza, alegría, ira y odio.

Recordó sus manos manchadas hasta los codos con su sangre. Todo fue mentira. ¿Hasta dónde fue verdad y qué fue mentira? ¿desde cuándo está unido al consejo de ancianos? No lo pudieron planear mejor los ancianos.

Su cuerpo comenzó a temblar.

Sasuke que la miraba atentamente dejó escapar un suspiro largo, lentamente se acercó a ella sin notar que Renji también dió un paso para acercarse a ella.

—No has dejado de ser una llorona —dijo con una sonrisa de lado aunque su mirada lo traicionaba—, Realmente me sorprendí cuando me enteré hubiese pensado que es una broma sino fuese porque fueron los ancianos quienes me contaron.

Alargó su mano para tocar su cabellera rosada pero esta le da un fuerte manotazo. Al alzar la mirada llorosos ojos se entrecierran.

—¡SHANAROOOOO!

El puño salió volando directo a Sasuke, él a duras penas lo esquivó, su mejilla sangró al sentir el choque de viento provocado por la onda de aire que provocó el puño de Sakura. Sasuke tuvo que activar su sharingan cuando Sakura siguió lanzando golpe tras golpe. Los dos comenzaron a pelear entre ellos, por su orgullo Sasuke no se iba a quedar quieto si alguien quería pelear.

Sakura no estaba pensando, la furia la embargaba. Dejó todo atrás por su dolor, sacrificó su vida en un intento de estar a la par de ellos, todo por un maldito juego.

Para los espectadores que en poco tiempo comenzaron a aparecer, parecía que ambos se enfrascaron en una especie de danza en vez de baile, cada uno de ellos golpeando y esquivando el puño y patada del otro con destreza y agilidad.

—¿Por qué? —gritó con odio.

De su estuche sacó múltiples senbons lanzarlos directamente a Sasuke. Para él esto es tan fácil que con su espada evitó la lluvia de senbon que caía sobre él. Buscó a Sakura no encontrándose donde anteriormente se encontraba. Izquierda, derecha, arriba, ¡Ahí! A duras penas saltó cuando el puño se incrustó en el suelo, pedazos de tierra salieron volando por todas partes, los árboles y pequeñas montañas de tierra temblaron bajo ese aterrador golpe.

—No me contendré porque eres tú —gruñó.

— Hn, No lo necesito.

Los dos saltaron hacia atrás, hicieron señales con sus manos y de sus bocas tiraron un fuerte chorro de agua y fuego. La presión fue demasiada, una gran nube de vapor envolvió el campo. Sakura se quedó quieta esperando en silencio a que escuchara el ruido de sus suelas o el movimiento de su ropa al correr. Nada. Los vellos de su nuca se erizaron, tomo un kunai y se dio la vuelta deteniendo justo a tiempo la espada que estuvo por cortarla. Por la fuerza del golpe los dos nuevamente saltaron hacia atrás.

La niebla se disipó lo suficiente como para que todos vieran a los espectadores ver a ambos ponerse en posición de ataque. Sakura llevó tanto chakra a sus manos que sus puños brillaron de color azul desde lo lejos, mientras tanto, con Sasuke el canto de miles de pajaros sonaron y de su mano relució el chispeante chidori.

Mi otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora