Barras Idiotiles. (Son como las Barras Infantiles... pero para Idiotas)

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Taehyung se levantó de repente y con las lagañas aún en los ojos miró alrededor mientras una canción de Yui sonaba fuertemente en la cocina teniendo de fondo el sonido de los cubiertos y el agua corriendo. Levantando su cabeza miró en dirección a la cocina y observó por el rabillo del ojo los pantalones de un pijama desapareciendo directamente en la cocina.

Taehyung tomó su teléfono de la mesilla de lado para ver la hora. Aún faltaban dos horas para que empezara la escuela, y aun era una hora antes de que él tuviera realmente la necesidad de levantarse, dejó caer su cabeza sobre el sillón con un quejido pero no fue escuchado por la música pero unos segundo después la levanto ante el sonido del burbujeo del café recién filtrado. La música no se iba a parar en algún momento cercano y con la posibilidad de café, Taehyung se resignó a comenzar su mañana.

Mientras se levantaba y caminaba rascando por debajo del pantalón, Jimin estaba sobre la barra luciendo medio dormido, aún vistiendo una playera delgada y un par de pantalones ya muy usados y de un par de tallas más grandes, sus brazos cruzado y su cara limpia, su cabello algo esponjado y revuelto. Lucia diferente de esa manera, demasiado dormido para estar muy a la defensiva, a la luz de la mañana él lucía suave, limpio, completamente como otra persona; era extraño. El aire entre ellos era diferente, más confortable a esta hora.

- Días - Taehyung bostezó con voz baja - ¿Yui?

Jimin elevó una ceja, intentando descifrar a Taehyung - Suena bastante decente- Tae dijo explicando la familiaridad que tenía con la canción - ¿Por qué estás levantado tan temprano? Aún faltan dos horas para que comience la escuela.

- ¿En serio? - Jimin gruño en un intento muy malo de sarcasmo.

Taehyung le gruñó también estirando sus brazos. - ¿Está bien si tomo la primera ducha?

- La manguera está ahí afuera, en el primer piso, siéntete en casa - Jimin murmuró de mal humor.

Tae bostezó otra vez, no impresionado y medio despierto - Es muy temprano ¿es eso un sí o un no?

- Es un "¿quién demonios te esta deteniendo?" - Jimin respondió

Tae se encogió de hombros y salió de la habitación al mismo tiempo que decía - ¿Podrías dejarme algo de café?- sobre su hombro mientras se retiraba. Se desvistió en el rellano, tomó una de sus propias toallas y encendió el calentador del baño, esperando a que la regadera se calentara. Poniendo el seguro a la chapa, para salvar su propia dignidad, Tae se observó en el espejo y pensó en que sería buena idea teñir su cabello en un futuro próximo.

El agua no se puso caliente, pero al menos estaba lo suficiente para que las bolas de Tae no intentaran esconderse dentro de él. Era realmente la primera vez que tenía tiempo a solas en los últimos días y estaba contemplando tomar ventaja sobre eso, dejando que una fuerte y enjabonada mano se deslizara sobre su abdomen pero pensó mejor la idea después de un momento de haberla contemplado. Se sentía demasiado raro con un extraño ahí en la cocina, en una casa que no era realmente suya aún; sería masturbarse en la casa de tu tía, con ella en la habitación justo al final del pasillo. Nah. Podría espera hasta esta noche, cuando tuviera su propia habitación.

Dejando la calidez de su vientre para después, se baño rápidamente y con un poco de rudeza; cerro la regadera justo en el momento en que alguien tocaba a la puerta - ¿Sí? - Dijo con voz alta cerrando sus ojos mientras pasaba la toalla sobre sus ojos.

- Ya sal. Necesito arreglarme la cara - Jimin gruño desde el otro lado. - Tienes cinco segundos antes de que orine tu café y me vaya riendo todo el camino a la escuela.

Tae sonrió a pesar de todo saliendo de la regadera - esta bien, esta bien - se rio a medias, poniendo la toalla sobre su cintura y atándola. Al menos estaba lo suficientemente consciente para quitarle el seguro a la puerta abriéndola para revelar a un Jimin que yacía sobre el marco de la puerta con una taza de café en su mano. El otro muchacho miró a Tae sin prisa hacia donde él estaba parado, mojando el piso, una ceja elevada juzgándole.

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