Cupid's Chokehold

Manteniéndolo en Familia

Taehyung no había manejado a casa.

Estaba agradecido.

No quería pensar que fue lo suficientemente estúpido para poner en peligro las vidas de otros, y justo ahora, estaba agradecido por mantenerse lejos de Jimin y de su actitud venenosa.

Estuvo llamando hasta que encontró a alguien que le llevara a la casa donde fue la fiesta, y estuvo plenamente complacido al encontrar su auto en perfectas condiciones, estacionado en una de las calles laterales. Se subió pero no la encendió, jugando con su celular. Debería de llamar a sus padres, decirles que no funcionó, que necesitaba mudarse de nuevo. Decirle a Hobi que necesitaba una mano con las cosas más grandes. Que Jimin había ganado sacando lo peor de él.

Odiaba la perspectiva de fallar. Odiaba la opción de admitirlo. Era orgulloso y egoísta, y lo sabía, pero aquí había algo dañado aparte de su orgullo. Estaba Jimin. No eran amigos y no tenían lazos estrechos, pero Taehyung no podía dejarlo solo. ¿Qué le pasaría si lo hacía? ¿Si hacía lo que le habían pedido y se largaba? ¿Qué tendría entonces? Era un octogenario cascarrabias a los 17, ahuyentando a todo mundo - moriría solitario antes de los 30 a ese ritmo.

Taehyung no creía en la intervención divina. Pero quizás, Jimin era su camino de regreso. Quizás Jimin era parte de su viaje, un camino para mejorarse a si mismo. Debería de cambiar para si mismo, lo sabía, pero si cambiaba por alguien más, cambiando a alguien más también, quizás sería más fácil, quizás la lección se aprendería bien.

Necesitaba a Jimin tanto como estaba convencido de que Jimin lo necesitaba. Sólo que no estaba seguro de cómo solucionar esto, esta cosa horrible entre los dos que tan torpemente había logrado.

Dejo caer su frente contra el volante con un suspiro pesado, y marcó.
-Hola dulzura - su madre respondió -¿Cómo estás? No he sabido de ti en un rato; tu padre dice que el apartamento esta bien.
-Lo jodí todo - Taehyung confesó despacio.

Su madre resopló sobre el teléfono, y el corazón de Taehyung se desplomó al escuchar la desaprobación implícita. - Oh, corazón. ¿Qué pasó ahora? No puede ser tan malo; estás llamando de tu teléfono.

-No estoy en problemas - Tae la tranquilizó, aunque no sonaba optimista. - No... realmente.
- ¿Entonces que sucedió? - Su madre presionó, su tono cambiando a uno de confusión.

Taehyung suspiró de nuevo, deliberando como le iba a explicar la situación a su madre sin mencionar que probablemente lo echen de su apartamento por haberse divertido demasiado. - Lastimé a mi amigo - comenzó vagamente. - Herí... sus sentimientos, creo - Esa era una idea extraña. Park Jimincon sentimientos. Sentimientos heridos.

- Ajá - Su madre dijo, invitándolo a que continuara.

- Fui a una fiesta, y tomé un poco. No hice algo estúpido - Se apresuró a aclarar - al menos, no creo haberlo hecho. Él piensa que lo hice. Pero realmente no lo hice. Me lo echó en mi cara, y dije algunas cosas... no sé como arreglar esto.

- ¿Intentaste disculparte? - Preguntó ella.

Oh no, eso sería demasiado lógico para que funcione con el rey. - Si, le dije que lamentaba lo que había dicho, pero pienso que hay más de eso de lo que puedo ver.

- ¿Trataste de hablar con él sobre eso que lo molestó?
Taehyung no pudo resistir el resoplido ante eso - Él no es del tipo que le guste hablar.

- Bueno, de alguna manera son amigos. ¿Qué crees que fue lo que lo provocó?

Taehyung lo pensó seriamente - Creo que es porque me puse borracho. No fui un imbécil hasta que se puso de malas sobre eso - Se defendió con un murmullo.