Cupid's Chokehold

El sueño continua

Para el tercer día, Taehyung ya tenía suficiente. Trató de hacerlo a la manera sutil, y manejar los asuntos en privado. Jimin ahora había hecho que Taehyung tuviera que hacer las cosas en público, para bien o para mal.

—Hey, Duquesa.

Jimin miró a Taehyung por debajo de sus cejas con desaprobación evidente, desde donde estaba sentado en la palapa que solía ocupar antes, rodeado de su banda de inadaptados.

—¿Qué quieres?– Jimin demandó, y para los otros pudo haber sonado hostil, sólo Tae podía leer la suavidad en ella, la pregunta genuina.

—Lo que he querido toda la semana y más – dijo Taehyung simple, inclinando su cabeza y abriendo sus puños en los bolsillos de su sudadera.

— Sólo quiero hablar.

—Eso lo hace sólo uno de nosotros —Jimin atajó, y acomodó sus lentes sobre su nariz, claramente quitándole la mirada. Taehyung sólo sonrió.

—Podemos hablar aquí, o podemos hacerlo en privado. Es tu decisión.
Jimin resopló. —No tengo nada que decir, eso no ha cambiado.

—Sí, bueno, yo sí. Especialmente con lo que pasó en la casa de Dora– Taehyung dijo confiado, feliz cuando Jumin se puso tieso y el rosa se apoderó de sus mejillas.

—Bien – soltó a fuerza mientras se inclinaba para agarrar su bolso, poniéndolo en su hombro —Guíanos.

—¿No lo hago siempre? – Taehyung le dijo dulcemente, y esperó a que Jimin estuviera junto a él para guiarlos en dirección al estacionamiento y su camioneta, dejando al grupo de Jimin y a la mayoría de la plaza cuchicheando el chisme.

Jimin se paró en seco de repente.

—Okey, ya dejaste en claro tu punto –Jimin dijo, quitándose sus lentes de sol —. Vamos a dejar todo claro para que podamos regresar a nuestras vidas, ¿de acuerdo?

Taehyung se regresó a donde estaba Jimin y en una asombrosa demostración de pelotas, tomó a Jimin del brazo y lo arrastró hacia su camioneta.

—Tú- ¡Suéltame! –Jimin se quejó fuertemente, aventando la mano de Taehyung e intentando zafarse —. ¡Te lo juro, Kim Taehyung, si no me sueltas haré algo que me asegurara que nunca seré invitado a cenar a tu casa otra vez!

—¿Podrías callarte y dejarme hacerlo a mi manera por una vez? –Taehyung le replicó—. Traté de ser amable, y traté de hacer esto civilizadamente, pero como es usual, ¡no puedes hacérmelo fácil de ninguna manera, ni siquiera a ti!

Mientras llegaban al auto, Taehyung se dirigió a la parte de atrás, y zarandeó a Jimin para ponerlo contra la puerta trasera. —Ow, jo- – Jimin no tuvo oportunidad de terminar su queja con Taehyung presionado contra él, su boca contra la de Jimin en una manera que era para nada disfrutable, solamente para callarlo y al punto. Jimin arrugó el rostro, y aventó fuertemente a Taehyung ...y lo golpeó más fuerte en la boca.

Taehyung se alejó cuando su cabeza se le fue y Jimin se quitó del parachoques, dejando caer su bolsa al suelo. Taehyung miró de nuevo a Jimin, presionando sus dedos en su labio y viendo la sangre cuando los retiró. Entornó los ojos, y Jimin supo que estaba en problemas... sólo que no de la manera que anticipó, cuando las manos de Taehyung no fueron directo a golpearlo o a zarandearlo, fueron a apretar su cintura castigadoramente mientras Taehyung lo empujaba de nuevo contra la camioneta y presionaba sus bocas de nuevo.

Esta vez Jimin fue más cooperativo, abriendo su boca para poder lamer la herida interna del labio inferior de Taehyung y apretar los costados de Taehyung con uñas enfadadas y dedos entumecidos mientras que los pulgares de Taehyung estaban presionados dolorosamente justo debajo de sus costillas. Ese beso apenas era un beso, lleno de mordidas y fuerza innecesaria, pero de alguna manera aún se aferraban al otro y se presionaban juntos. Jimin debía de haber luchado más contra la urgencia, debía de haberse ido por los golpes y la paliza a puñetazos en su lugar, pero si era honesto, y tan patético como era realmente, realmente había extrañado a Taehyung... se había condicionado tanto a no tener contacto, que ahora que lo tenía, lo necesitaba. Y si Taehyung quería dárselo, ¿cuál era el punto de negarse? No podía recordarlo.