Cupid's Chokehold

En otro lugar

—Jesús, no puedo creer que tenemos que llamar por el interfono para que nos dejen entrar por la reja. ¿Cómo me veo? – Taehyung preguntó, dirigiéndose por el camino junto a Jimin, ambos vestidos con pantalones de mezclilla y playeras, con bolsos de lona en los hombros.

Jimin se detuvo, mirando a Tae por sobre sus lentes de sol y suspiró pesadamente. —Bueno, es un poco tarde para una cirugía plástica, así que supongo que esto es suficiente.

Tae rodó los ojos mientras Jimin comenzaba a caminar de nuevo, siguiéndolo sobre sus talones.
  
—Quería dar una buena impresión antes, pero ahora tengo miedo de que si  no lo hago pueden hacerme desaparecer – dijo Taehyung airado.

Jimin suspiró mientras llegaban a la puerta principal. —Mira, ya estamos aquí. Incluso si no luces bien, no hay nada que puedas hacer– le indicó . —Te ves bien, Tae. No les importa cómo luces, sólo están felices de que alguien haya logrado sobrevivirme. Tranquilízate. Le dio un golpecito en la cabeza y Taehyung lo aventó con el brazo, y las cosas lucían prometedoras para una pelea hasta que la puerta se abrió.

Una mujer mayor, castaña con facciones definidamente afiladas les saludo a ambos con una sonrisa muy ancha. Abrió sus brazos, y Jimin avanzó obligatoriamente para que ella pudiera jalarlo en un fuerte abrazo. —¡Minie! ¡Te ves tan bien! Uhg ¡Te hemos extrañado mucho!

Taehyung sonrió socarrón a Jimin, fuera de la vista de la mujer —¿Minie?

Jimin expresó su opinión con un dedo. —Hey, tía Madge– dijo en lugar de eso, palmeando su espalda tontamente y alejándose. Dirigió su atención a Taehyung, quien tenía sus manos en los bolsillos pero que ofreció una para saludarla . —Taehyung, ella es mi tía Madge. Tía Madge, este es el trabajador diurno que elegí en Home Depot.

Ella se burló, mirando a Jimin de mala gana, y alejó la mano de Taehyung, jalándolo en un abrazo. —Todos somos familia aquí. Es tan bueno finalmente conocerte– dijo enfática, y se alejó para mirar a Taehyung. . —No me dijiste que fuera tan guapo– le dijo a Jimin, marcando los hoyuelos en sus mejillas, y Taehyung sonrió.

—Sí, y ahora puedes ver por qué– replicó —¿Dónde ponemos nuestras cosas?

Madge miró a Jimin recriminándole, y Taehyung levantó una mano. —Está bien. Ya me acostumbré a los celos.

Ella miró a Taehyung más entusiasta y dijo —Este me gusta. Vamos a tratar de mantenerlo, ¿hm? Puedes poner tus cosas en una de las habitaciones para invitados, ¿a menos que quieras quedarte en el cuarto de Dora? Pero dado que ahora son dos de ustedes, supuse que querían más espacio.

Jimin miró a Taehyung; este sólo se encogió de hombros. —Nos cambiaremos en el de invitados y veremos que pasa después. ¿Ya están todos en la piscina?

Madge sonrió y acarició el brazo de Jimin, bajándolo para apretar su mano. —Estaremos en la piscina, toma tu tiempo. Estoy realmente feliz de tenerte de vuelta, corazón.

 Jimin sonrió incomodo, y asintió. Ella se dirigió a Taehyung, palmeando su mejilla . —Es bueno tenerte aquí también, Taehyung. Siéntete en tu casa.

—Gracias, lo haré– dijo educadamente— ¿Necesita una mano para hacer algo? Resulto ser de buena ayuda para cocinar.

—Aún no estoy muerto– aceptó Jimin.

—No, no, no. Anden y acomódense, ya veremos eso luego. Jimin, ¿conseguiste un par de shorts o necesito ir por unos de Namjoon?– preguntó. Jimin levantó su barbilla en dirección a Taehyung.
  
—Taehyung me dejó agarrar un par. Los esterilicé primero, así que estoy bastante seguro de que no me infectaré o quedaré estéril.