Chico De Las Pantuflas Mojadas |+18| [BxB] |TERMINADA|

|25|-FIN

[¿Estocolmo?]
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N/A: ¡Porque me sorprendieron sus comentarios, aquí está el cap, y si me sorprenden con comentarios hoy mismo subo el Epílogo.
Le dedicó este cap a shadow_bonnie15 .
_Garn_O_ , -TheBlackSheep y Donilpowers.
Comenta si quieres que te mencioné en el siguiente cap.
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—Usted lo que padece es del síndrome de Estocolmo, es por eso que a generado una dependencia hacia su secuestrador, quien ya mucho daños le a provocado sin numerar los traumas que padece debido a él —.

Una doctora, de peinado alto y rubio palido, de ojos zafiros y una cara seria pero nítida cual porcelana, en su bata blanca poseía un bordado que decía «Joy Duchel G.», se dirigía a un pálido chico.

—¿Estocolmo?— . Musitó aquel chico mirando con nervios a aquella doctora, la cual era muy linda por cierto.

—Sí, El Síndrome de Estocolmo es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.—Los ojos anchos y lindos de la doctora observaron de pies a cabeza al delgado chico que se achicaba en aquel refinado sillón de tapizado acolchonado. — Prosiguiendo, según la corriente Psicoanalítica, el síndrome de Estocolmo sería entonces una fuente de mecanismo de defensa inconsciente del secuestrado, que no puede responder la agresión de los secuestradores y que se defiende también de la posibilidad de sufrir un shock emocional. Así, se produce una identificación con el agresor, un vínculo en el sentido de que el secuestrado empieza a tener sentimientos de identificación, de simpatía, de agrado y, en algunos casos, hasta amor por su secuestrador — concluyó tomando un poco de café, y dejando reposar la taza sobre la fina madera de su escritorio.

—E-eh... Yo— Bonnie pensaba atestiguar algo contra aquello cuando fue interrumpido.

—No fui lo suficientemente clara, joven Ivanov — su mirada reto al contrario, quién tragó pesado. Aquella mujer parecía amable y dulce, o era lo que aparentaba su rostro, pero era una total quimera— Pero no se preocupe, voy a ayudarlo. Le aseguro que usted va a curarse y no volverá a pensar en aquel sujeto — la doctora se levantó de su asiento y se acercó al pelimorado, tomando sus hombros — Así que, espero su colaboración en las próximas sesiones.

Bonnie simplemente se había quedando mirando el suelo, de forma neutral, y seguiría así el resto que quedaba del día.

Él sabía que no tenía aquello, que lo único que padecía era de amor, ese amor incontrolable que siempre le tuvo a su Bon, que alguna vez fue Ben y también su Joven Secuestrador.

—Bueno, puede retirarse. Necesito hablar ahora con su madre— la rubia lo despidió ya en la puerta, con la mano levantada, Bonnie solo se retiró neutral, mientras su madre, la cual había estado esperando en el pasillo de aquella sala de hospital, entraba a la oficina siendo bien recibida por la Doctora.

— Espera ahí, Brentt . Hoy es un día importante y no quiero que escapes— amenazó la mujer, observando con soberbia a su hijo, quién solo se sentó en unas sillas de espera frente a la oficina.

Claramente no se hicieron esperar dos guarda espaldas que se sentaron a sus costados . Y así si mantuvo por al rededor de 20 minutos, observando de forma municiosa el reloj que reposaba en su muñeca, contando los segundos antes de aquel evento al que se vería obligado a asistir en una hora.