Chico De Las Pantuflas Mojadas |+18| [BxB] |TERMINADA|

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[¿Recuerdo?]
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N/A: sí me sorprenden con las estrellas y comentarios mañana mismo hay actualización .
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Bonnie:

Nací un 17 de febrero, en una familia a la cual consideraré asfixiante.

Con un padre estricto y una madre con altas expectativas, fuí criado bajo la ley de la perfección, pues éramos la cliché familia adinerada de la cual dependía de su imagen.

Bonnie Brentt Ivanov Itans, ese es el nombre que mis padres escogieron para mí, tan perfecto según ellos.

A mí tan corta edad ya me estaban preparando para asumir cargos sumamente importantes, como heredar la empresa familiar, me presionaban a hacer todo bien.

Aún así lo sentía todo tan asfixiante, hasta que descubrí mi amor a la música a la tan corta edad de 12 años, era un niño que empezaba a crear su propia mentalidad.

Un pensar propio y muy distinto a los de mis progenitores, una mentalidad tan abierta, tan imaginativa, tan creativa, pero que a su vez era mezclada con la seriedad debido a la forma en la que fui criado.

Aún así mis aspiraciones cambiaron de rumbo y solo deseaba tocar música con mis pequeñas manos, a escondidas de mis padres, realmente en esos momentos solo deseaba tocar para mi propio gustar, pues sentía que así podía ser más común.

Más normal.

Como los demás niños de mi edad, a los cuales no les obligaban a tomar miles de cursos aburridos de lenguajes y defensa personal.

Pero mis padres descubrieron mi afición a la música y la cortaron de raíz con la excusa.

–Tú no deberías aspirar a la mediocridad–.

Que duras palabras para un niño de 12 años.

Mis clases aburridas fueron aumentadas, ya para esos momentos todo lo veía gris, como si de blanco y negro se tratara, o Inokis me rodearan.

Ese mismo año me entraron a clases de esgrima, la única clase que perduró hasta mis 16 años, ya que las demás clases habían cerrado con el ciclo o yo ya no tenía nada más que aprender de ahí.

Ahora sólo me enfocaba en mis estudios y en mis clases de esgrima, nada más, ni siquiera tenía amigos, había veces en la que solo pasaba oculto tras mis grandes lentes circulares y otras dormía por el cansancio.

Aún así, cierto curiosidad y amor por la medicina llenó mi mentalidad retraída, aquella mentalidad que fue forjada por mis padres al robarme mis aspiraciones, cierto temor me invadió ya que desde aquella vez no sentía tanta curiosidad por aprender de algo.

Así que era mejor olvidarla.

Aún así se me era imposible no imaginar que...

–Sería increíble convertirme en un doctor, o podría llegar a ser un gran científico, descubrir enfermedades patológicas o hasta podría viajar a la luna –

Me quedé mudo al escuchar decir a alguien justo lo que había pensado en esos momentos.

Justo ahora me encontraba en la librería de mi secundaria rebuscando entre los estándares algún libro para entretenerme, pero al escuchar esas palabras despegué mi mirada del están para voltear hacia donde había provenido.

Y ahí lo observé, un chico de mi misma altura, piel morena y cabellera turquesa, estaba leyendo un libro referente a la ciencia ficción, pero se encontraba tan metido en su mundo que no se percató de mi fisgona mirada.