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En buen momento que Jimin me dijo anoche para ir a la biblioteca pues necesitaba distraerme y más sobre lo que paso hace horas.

Toda la mañana me encontraba pensando sobre ello, hasta en algunas clases no preste tanta atención como debía, mi mente solo recordaba ese extraño sueño que por momentos me gusto mucho porque estaba mi madre ahí, se veía tan bien y dulce como lo solía ser. Sentía su calor, su amor.  Y luego... Luego todo se torna horrible, después Yoongi esta ahí, y...  Y el huye. Necesitaba una explicación y sobre todo la de Yoongi, su huida me dio de entender que sí, sí la conocía, si no en ese momento me lo hubiera negado.

El camino hacia la biblioteca no fue para nada aburrido pues Jin es muy conversador y sabio, por momentos era gracioso y tenia una risa muy peculiar que era muy contagiosa. Hubo un momento donde comenzó a comentar sobre unos antiguos alumnos, que en un tiempo hubo un problema con uno de ellos, un tal Namjoon, y con tan solo escuchar la palabra 'demonio' que articulo y que dijo que estaba relacionado a aquel chico, me tenso por completo. Justo cuando iba a preguntar sobre aquello habíamos llegado y tuvimos que bajar del taxi.

Ingresamos a la biblioteca, este era todo un mundo de papel y pasta que contenían un millón de ideas, era un buen lugar para poder perderse, quizá quedarme un buen tiempo aquí no sea una mala idea para así introducirme en un libro y permanecer hasta que el tiempo pase y todo esto se haya solucionado. Como me encantaría que sucediera eso y sea de manera permanente pero tengo responsabilidades y otras prioridades en mente que no pienso deshacer.

Jimin se acercó a la bibliotecaria y le pregunto donde se encontraba los libros del género que estaba buscando: ficción y misterio. Si, el era un amante secreto sobre esos temas.

Jin y yo, seguimos por detrás a Jimin para llegar al pasillo que le indicaron.

— Bueno aquí es donde todos nos dispersaremos — dijo el mayor.

— Solo somos tres — dijo Jimin, dándose la media vuelta para poder observamos y se detuvo. Jin y yo también nos detuvimos.

— Si pero ya me entienden — respondió este.

— ¿Y cuando tengamos los libros que queremos donde nos encontramos?— pregunte.

— Ah... ¿Que les parece la mesa de allá? — sugirió Jimin, apuntando en la dirección de una mesa que tenía el número 5 en el centro al lado de una enorme ventana — La 5, es buen lugar tiene la iluminación perfecta.

Asentí — Si por mi esta bien — dije, Jin también asintió y también estaba de acuerdo. Entonces cada uno se fue a buscar un libro.

Estuve pasando por los estantes buscando un libro de mi interés, no tenía un género en específico que me gustara aunque pensándolo bien no he leído obras literarias por mucho tiempo, la mayoría eran las del seminario y pues la palabra de Dios, la biblia.

Seguí buscando, agarraba algunos, leia las sinopsis al reverso del libro y los volvía en su lugar. Estuve así por un buen tiempo, vaya que era algo complicado buscar un libro, pase a otro estante y tome uno "Ensayo sobre la ceguera" al leer la sinopsis, me interesó mucho pues ¿una ceguera blanca que aparece repentinamente y se va propagando por la población? Vaya, quizá este es el indicado. Justo cuando estaba dispuesto en irme sentí que alguien me tocó el hombro, gire para poder ver quien era pero no era nadie, seguí caminando para ir a la mesa al llegar tome asiento y vi a los alrededores para ver si estaban los chicos pero no, no estaban, solo unas pocas personas, suspire y me dispuse a leer.

Después de un buen tiempo sumergido en la entretenida lectura alguien me llamo, era una voz femenina, eso hizo que alzará la mirada y viera por todos lados pero al igual que anteriormente, nada, las pocas personas que estaban ahí estaban concentradas en sus acciones  además que no los conocía.

P E C C A T U MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora