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— ¿ y vamos a ir a la fiesta de Yewon? — Jimin me desconcertó por completo con su pregunta.

El actuaba de forma natural como si lo que me hubiese revelado anoche fuera que mató a un molestoso mosquito. Aunque tampoco quería hacerlo sentir incómodo con aquella situación, pues para él, lo más probable, es que sea algo totalmente delicado.

No tenia tampoco las palabras exactas para que le sirvan de soporte o de alguna manera ayudarle, como anoche, lo único que hice en ese momento fue darle un fuerte abrazo de esos donde te hacen sentir que no estas solo. Y al llegar le recomendé que descansará.

Me sentía algo mal, decepcionado de mi mismo por haberlo descuidado o no ayudado, el arrepentimiento era algo que no me gustaba y que tampoco, a mi parecer, no te llevaba a nada, y es por eso que tengo que planear algo desde ya.

Le di otra mordida a mi manzana y lo observe — la verdad no lo se, creo que de cierta manera hay compromiso pero ¿tu crees que nos den permiso? — y esa era siempre mi duda, el permiso, no teníamos la libertad de estar saliendo cuando se nos de la gana, no, pero tampoco eramos unos presos. Siempre teníamos que andar informando sobre a donde nos dirigíamos, manteniendo la comunicación y el respeto, eso es obvio.

— Hablando siempre se puede llegar a casi todo — dijo el siendo siempre optimista — además creo que un poco de distracción necesitamos. Ya acabaron los exámenes, hay deberes pero se pueden manejar.

Quizás tenga razón, un poco de distracción no estaba mal. Los exámenes importantes ya habían pasado solo esperábamos los resultados. Asentí — esta bien, pediremos permiso mañana supongo.

Jimin asintió. Entonces el continuo comiendo de su manzana y leyendo.

Mi mente era un alboroto, un caos total y quizás el desesperarme no me llevaría a nada bueno. Trate de hablar con Succubus pero fue en vano, no encontraba otra solución, ¿y si pudiera pedir ayuda a Yoongi?, el quizás sepa algo o de alguna manera darme una idea, de no ser así al menos lo intente y ya luego se me ocurrirá algo.

Me levante de mi asiento — Ahora vuelvo — dije y mi amigo me vio y asintió. Entonces me retiro pasando al lado del tacho de basura y botar lo poco restante de mi manzana.

Quizás sea una tontería lo que iba a hacer pero posiblemente me serviría. Fui al jardín, lo más fondo y lejano, donde nadie pudiese estar. Mis pasos eran apurados  cualquiera pensaría que tenía una emergencia o algo parecido y si lo pensaba bien, si era algo urgente.

Entonces me detuve, voltee para mirar si había alguien cerca pero no. Perfecto. Entonces a continuación la tontería.

— Yoongi, Yoongi, Yoongi — era lo más patético que había hecho en mi vida y ni siquiera sabia si el iba a parecer mágicamente. Lo había leído en libros o visto en películas pero en la vida real era muy difícil de creer. Solo alguien tonto y realmente con urgencia lo haría, claro, yo.

Aguarde unos minutos y nada, Yoongi no aparecía, confirmado yo era un...

— ¿Que paso Taehyung? — entonces me di la vuelta y ahí estaba el.

— No sabia que decir el nombre de un demonio tres veces haría que se presencié.

El carcajeo — Enserio creis...— y volvió a reírse, solo sonreí de la vergüenza, mis mejillas se pusieron calientes porque el prácticamente negó lo que yo había hecho — Ay Taehyung siempre creí que eras más inteligente pero bueno no todos nacieron con ese don — el soltaba pequeñas risas.

— ¿entonces como supiste que te buscaba o algo? — dije.

— en realidad, no lo sabía. Solo estaba en el techo fumando y te vi salir apurado yendo justamente a una dirección en donde no había casi nadie, se me hizo raro y te seguí. Pero lo que me acabas de decir, que lo entendí como si lo hubieras hecho — rió de nuevo.

P E C C A T U MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora