break up with your girlfriend, i'm bored

6

Danielle insistió tanto en prepararles el almuerzo, que no tuvieron otra opción que acceder para que se callara de una buena vez.

      Pasaron alrededor de dos horas en que la castaña no salió de la cocina, aunque Harry no estaba dispuesto a tocar y mucho menos a comer nada que aquella chica hubiese preparado, eso sí que lo tenía bastante claro. Louis solo se dedicaba a observar la agilidad en que su novia cortaba y cortaba vegetales, esperando que no se trozara unos cuantos dedos en el proceso.

—¿Y bien? ¿Qué se supone que es eso, Danielle? —Harry dirigió una terrorífica mirada hacia el plato que le extendía esta con un contenido bastante, peculiar.

—Es una ensalada waldorf, la vi en gossip girl la otra noche —exclamó ella.

—Gracias, pero no gracias —la observó con algo de pena, vaya cajita de sorpresas era la novia de Louis.

—Da igual, ten cariño, come —arrojó el plato en las manos de su novio, a quien prácticamente se le iba a caer.

      Louis lo observó por unos segundos, y bueno... la chica había hecho su mejor esfuerzo.

—Pues luce bastante ¿apetitoso? ¡Si! Apetitoso, gracias amor —dijo este por fin.

      Harry hizo una mueca de desagrado en dirección a ambos.

—¿Podemos esperar a Gemma en tu ventana, Harry? —gritó Danielle, quien ya se encontraba ahí habiendo arrastrado a Louis consigo.

      ¿¿Por qué iban a comer en su ventana??

       Tarde termino de pasar ese pensamiento en su cabeza cuando la vio haciendo traspiés para pasar a través de esta. Solo le dedico una mirada de confusión a Louis quien se encogió de hombros aún con el plato de "ensalada" entre sus manos.

—Claro, diviértete —le dijo Harry—, y si lo haces mientras te avientas de la ventana, mejor —susurró para sí.

      Harry suspiró agitando su cabeza en desaprobación, pero tenía un plan.

      Se dirigió a su habitación y decidió que era hora de irse, aunque no se iría solo, claro que no.

—Hey Louis —llamó agitando las llaves de su auto—. ¿Vienes?

      El mencionado casi se atraganta con el tenedor cuando puso su vista en el oji-verde, quien lo observaba desde abajo luciendo increíblemente bien.

      Styles había sustituido su camisa negra por una blanca bastante casual, unos skinny jeans y un par de lentes oscuros. Y Louis estaba boquiabierto al escuchar la invitación que le estaban haciendo.

—Vamos, se nos hace tarde —sonrío mostrando sus hoyuelos hacia donde se encontraba la pareja almorzando.

       Louis tragó saliva sonoramente, ¿de verdad iba a irse con él? Después de la conversación que habían tenido aquello no iba a terminar tan bien.

      ¿O tal vez si?

—¿Qué? ¿A dónde van Lou? —preguntó Danielle.

—Ehh, ten cariño, llévate el auto, nos vemos en casa luego —le sonrío brindándole un pequeño beso en los labios.

—¡Louuu! ¿Me vas a dejar aquí? —vociferó empezando a hacer un berrinche.

—Nos veremos en casa, estarás bien, ya había quedado con él para salir —le dice al despedirse, ignorando por completo el drama. 

      Harry sonrío victorioso, divisó al mayor bajar a su encuentro

       Ella no tiene ni idea. 

—B-Bien ¡Cuídate! ¡T-te quiero! —grita un poco la chica desde la ventana.

—Le dices a Gemma que te acompañe a almorzar, Danielle —sugiere Harry al hacer una ademán con la mano mientras le lanza una sonrisa bastante cínica.

       Ya en el auto, bastante lejos de su casa, de la insípida, y de la ensalada.

—Entonces, ¿qué es eso que tanto quieres saber, Harry? —pregunta el más pequeño.

—Mmm, ahora quiero saber a qué sabes —dice bajando sus lentes oscuros—, normalmente no suelo regalarlo, pero me tienes pensando en eso desde que tuviste el descaro de aparecerte en mi casa con ella —exclamó el ojiverde.

       Y Louis río ante esa declaración, el rizado podía ser bastante directo, ¿será que en serio iba a conseguir lo que tanto quería?

      Aquellas pupilas dilatadas le hacían una autentica invitación a pecar, lo observaban con detenimiento. Pero esta vez fue él quien dio el primer paso, lo besó, hasta que Harry lo atrajo aún más hacia sí, tomando sus mejillas, profundizándolo y mordiéndolo. Se acoplaban tan bien, era simétrico. 

       En definitiva, sabia muy bien, quizá por el ligero gloss de sandía que usaba el rizado, pero era exquisito y tan prohibido. Se separaron por la falta de oxígeno y el oji-azul no pudo evitar observar la mueca de satisfacción y altivez que tenía el contrario, si lo había conseguido. 

       Harry río, y chasqueo la lengua cuando Louis quiso proseguir con aquel torrente de emociones que habían liberado, pero al menos esa vez, el más alto lo dejo con ganas de tener más.

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¿Que les pareció? debo admitir que amo esas fotos de la ventana, iconic.

+5 votos y continuo.