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Se iba a meter en problemas, no podía evitarlo, ya había pasado por muchas cosas malas, pero no iba a estar triste, iba a mostrar lo mejor de sí, como siempre. Lo que quería, y lo jodía no tenerlo.

       A Harry todos lo miraban, estaba radiante, simplemente hermoso, con una sonrisa deslumbrante, aquel traje rojo y encaje le quedaba ajustado y los anillos que adornaban sus dedos representaban el pecado mismo. Sus hoyuelos hacían un protagónico acto de presencia al saludar a los otros invitados, ayudaba a repartir las botellas burbujeantes con una esmerada actuación, sin duda era el centro de atención de esa fiesta, solo compartía el reflector con su hermana Gemma, quien llevaba un vestido de lentejuelas escogido por él mismo. Recibía casi tantos halagos como él, de chicas, de chicos, de todos. Solo había alguien que no esperaba su presencia esa noche, o tal vez sí.

       La felicidad costaba lo mismo que ese adonis de botas rojas.

         Era obvio que Louis no estaba en sus cinco sentidos, ni siquiera estaría de pie en ese momento de no ser porque se encuentra disfrutando del jacuzzi recién comprado, cortesía de su madre. Solo pensaba en los anillos, y en esa cabellera rizada que le había robado la poca estabilidad emocional que le quedaba, lo estaba haciendo para fastidiarlo, para remarcar que él y su novia no tenían comparación. Que lo quería, por eso lo llamaba cuando tenía ganas, le necesitaba, en conclusión: Obviamente iba a terminar enloqueciendo.

        No sabe cómo paso, o más bien no le prestó atención porque se sentía genial, los labios del más alto se movían ágilmente contra los suyos, tenía un ligero sabor a fresas, a vodka de fresas, se besaban con determinada rudeza porque ya sus lenguas se conocían, porque entre ellos no había nada oculto. 

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break up with your girlfriend, i'm boredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora