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Tenía una mala idea, una muy mala idea.

Aquel muchacho de ojos esmeraldas había estado fuera de su vista las últimas semanas, y eso lo desconcertaba, porque no se sentía bien. ¿Realmente se había marchado? Claro que sí, aún cuando eso no era lo peor del asunto, ciertamente lo peor del asunto es que Harry había continuado con su maravillosa vida, borrándolo de acceso a ella. Y ahora era él quien lo seguía, quien lo observaba desde aquel blanquecino sofá donde lo había visto la noche en que lo conoció. Las fiestas en la casa de Tiffany Hoffman eran una sensación en Holmes Chapel, y es en ellas en que ibas a encontrar a los hijos de la elite, a los más adinerados, rotos y alcoholizados herederos de fortunas incalculables, los Styles no eran la excepción.

       Harry era ostentoso, y eso le constaba a él más que a nadie, era presumido con sus cosas, y con sus atributos, detrás de esa arrogancia solo se escondía otro rompecorazones por excelencia esa era la reputación que lo precedía, pero no, ese no era el Harry que conocía porque el único que tenía el corazón roto pues era el mismo Harry. Increíblemente había algo más allá de todo eso que lo incitaba a enredarse entre sus piernas cada noche, quería escucharlo, quería besarlo. ¿Por qué no podía soltarlo de una estúpida vez?

        Sonreía, sonreía mucho, ¿en serio estaba tan feliz? Solo tomaba de los vinos más caros que servían, y odiaba el vodka a secas, lo recordaba bien. Louis cerró sus ojos por décima vez en lo que iba de noche. Verlo junto a su novia Danielle era repulsivo, verlo reír junto a ella lo era aún más. Ella lo tomaba del brazo amistosamente sin imaginar que era con él que se despertaba cada mañana que desaparecía de su casa, y que era a Harry a quien quería de vuelta.

—Vuelvo en unos minutos, espérame aquí ¿sí? —soltó Harry con una amabilidad tan fingida, y se levantó.

       Se estaba quedando sin tiempo, se le estaba saliendo de control y tenía que encontrar a alguien rápido. Tarde se percata de que ese alguien lo sigue hasta la barra, y lo arrastra lejos de ella.

—¿A qué estás jugando Harry? —dijo una aguda voz que conocía tan bien.

—¿De qué estás hablando? —solró un bufido.

—Deja a Danielle en paz, te lo advierto —afianzó su agarre en el brazo del contrario.

—Tú déjame a mí en paz, ¿es que ella y yo no podemos ser amigos? —preguntó con una falsa sonrisa.

—Déjala a ella fuera de esto, déjala en paz Harry, arruíname a mí todo lo que quieras pero ella...—Harry lo hace callar con un leve empujón.

—Ya veo, realmente te importa ¿no es así? —rodó sus ojos, no iba a permitir que le afectara.

—No tengo porque darte explicaciones —dijo dispuesto a marcharse.

—¡Termina con tu novia, Louis! —gritó con la voz quebradiza cuando lo ve irse, sin mirar a atrás.

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+5 votos y continuo.

espero les guste. 

break up with your girlfriend, i'm boredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora