Capítulo once

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23 de abril de 2015

La hora del almuerzo acababa de empezar, así que fui hasta mi casillero, dejando libros y cuadernos, y caminé a la cafetería.

Ya habían pasado tres días desde lo ocurrido en el salón de castigo. Después de comer había ido a la sala a ver televisión y como estaba tan cansada, caí dormida en el sillón. Solo recuerdo estar viendo The Walking Dead y al otro día haber despertado en mi cama. Jackson debió llevarme hasta mi habitación, lo cual mi espalda y cuello le agradecen.

Cuando entré a la cafetería, encontré a Kate y Annie en la fila.

- ¡Jess! -llamaron al unísono. Me acerqué a ellas.

- Hey.

- ¿Que tal ha ido tu día? - preguntó Annie.

- Aburrido, lo usual. ¿Y el suyo? -tomamos nuestras bandejas y caminamos hasta el Jeep como de costumbre.

Ambas se miraron y empezaron a sonreír. Vi cómo en el rostro de Kate se extendía un ligero rubor y sus ojos adquirían un particular brillo que conocía muy bien.

Eso solo significa una cosa: Max.

Ya habíamos llegado al estacionamiento; pero no veía a Jackson por ningún lado, así que nos sentamos en el suelo y dejamos nuestros almuerzos a un lado.

Kate empezó a balbucear cosas sin sentido mientras Annie rodaba los ojos.- De acuerdo, Katherine, suéltalo. –me incliné hacia atrás en el suelo.

- ¡Max acaba de invitarme a salir! –acabó gritando.

- ¿Qué? –Miré a Kate que no paraba de asentir efusivamente.

Me abalancé sobre ella y la abracé mientras lanzábamos pequeños grititos cómo si fuésemos unas niñas que acaban de enterarse que irán a Disneyland.

Estaba muy feliz por ella. Ya era hora de que esto pasara. Max al fin se había animado a invitarla a salir.

- Dime, ¿cómo lo hizo? ¿Qué te dijo? Alimenta mi vena chismosa, Kate.

Ella abrazó sus piernas y empezó a decir- Salía del salón de francés y fui hasta mi casillero y ahí estaba él esperándome. Estábamos muy nerviosos. Él intentaba darme cortejos pero se le trababa la lengua y se maldecía en voz baja. -rió mientras recordaba- Fue muy tierno verlo así. Luego se quedó mudo unos segundos y empezó a decir que desde hace mucho tiempo había querido hacerlo, pero no sabía cómo -su rostro se tornaba cada vez más rojo- Entró en pánico y gritó muy fuerte que si quería salir con él. Le dije que sí, luego me abrazó y salió corriendo gritando "Ella dijo que sí" por el pasillo. Reapareció segundos después para saber qué día quedábamos y decidimos que hoy a las seis y empezó a correr y gritar otra vez. –Finalizó con una gran sonrisa en el rostro.

Al cabo de unos minutos, los chicos llegaron y Jack abrió el Jeep dejando que Misifú saliera.

Max tomó asiento junto a Kate. Austin se sentó frente a Annie, esos dos, luego de dejar atrás el mal trago de cuando se conocieron, comenzaron a pasar más tiempo juntos. Y Jackson se sentó a mi lado.

Hicimos algunas bromas entre nosotros y una que otra pregunta para que Annie pudiese conocernos más y viceversa.

- ¿Cómo sería tu pareja soñada? -le preguntó Kate. Sabía que lo hacía por la emoción latente por el asunto con Max, también porque Annie no mostraba interés en nadie, lo que llevó a Kate a pensar que quizás era asexual. Digamos que mi mejor amiga es algo extrema.

- Para empezar, odio a los chicos egocéntricos y narcisistas -le lanzó la sonrisa más falsa posible a Austin- Pero para serte sincera, nunca me había detenido a pensarlo. Aunque me gustaría tener una relación cómo la de Jess y Jackson. –sonrió, yo me atraganté con mi bebida y Jackson escupió la suya.

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