Su identidad.

Capitulo 8

El

Nuestra convivencia con ellas era más frecuente, era obvio que no eran escritoras cualquiera, antes de contemplarlas para este proyecto habíamos visto a otros escritores reconocidos, pero simplemente no nos convencía.

Justo cuando acabábamos terminar una charla con el escritor más reconocido de Alemania según algunas lenguas, concluimos en que lo llamaríamos. Poco convencido salió de la oficina.

Estaba arto.

Habíamos visto a poco más de 15 escritores, y hasta el momento no había nada prometedor.

Decidido a distraerme tome mi teléfono, abriendo la primera notificación de mi teléfono. Al parecer era una noticia. Comencé a leer sin mero interés. Después de leer los primeros dos renglones de aquel artículo algo de esperanza surgió en mi ser.

Anónimo, a decidido regresar a la literatura. A pesar de su fuerte caída hace unos pocos meses ¡Han decidido regresar! Aún cuando todos dudaban de su futuro están de vuelta! A pocos segundos de ser anunciado en su cuenta oficial de Instagram, al pie de una foto de lo que se dice es un paisaje de Los Ángeles. Nuevamente han arrasando con las primeras tendencias en distintas plataformas. ¿Acas......

No necesite leer más, era claro que Anónimo había vuelto y la posibilidad de poder trabajar juntos hacía que mi corazón se acelerara de sobremanera. No solo porque era el escritor más reconocido a nivel internacional, si no porque era un fan de este escritor. Eso no era un secreto para nadie, pues a través de mis redes a menudo publicaba fotos de frases que me gustaban de sus libros. Por primera persona sabía el impacto de la noticia.

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-¡Oh vamos! ¡No perdemos nada con intentarlo!! - hable fastidiado, El CEO no cedía. ¿Acaso era tan difícil hacer una maldita propuesta?

-Sabes que no es nada fácil, Alguien como él ni siquiera nos volteará a ver teniendo tantas propuestas en este momento!

-No perdemos nada con intentarlo, ¡Vamos! ¡Además no es como si fuéramos un cero a la izquierda! ¡También somos importantes! -Exclame ya fastidiado.

-Lo son, claro que lo son. ¡Pero entiende que no están a su nivel! - El CEO simplemente no estaba decidido a siquiera a intentarlo.

-¡Bien! ¡Lo haré yo mismo. Pero si lo logro no tendrás siquiera el 1% de las ganancias! - Azote la puerta de tras de mi dejando a todo el grupo intrigado.

-¡Buena suerte! - Exclamó el CEO con ironía.

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Habían pasado ya 2 semanas desde que había mandado nuestra propuesta y seguía sin respuesta alguna.

Estaba apunto de dormir, tomé mis audífonos negros y me los puse. Escuchando un audiolibro de anónimo me quede dormido.

A la mañana siguiente tomé mi teléfono para cargarlo, lo conecte y fui directo al baño decidido a tomar una ducha.

Aún con mi cabello mojado revise mi teléfono, espere a que encendiera mostrando aquella manzana mordida tan característica de la marca. Segundos después el teléfono mostró su pantalla bloqueada. Y en esta, distintas notificaciones comenzaban a llegar. Entre ellas hubo una que se llevó mis suspiros. Una que hizo que mi corazón se acelerara al máximo.

Sin dudarlo no un segundo hice clic para leer mejor el correo.

Había aceptado.

-¡Aceptaron! ¡Carajo aceptaron!- Gritaba por toda la casa llamando la atención de los demás miembros presentes, a unos despertándolos u asustándolos.

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Mi sorpresa había sido enorme al enterarme de quien estaba atrás de Anónimo, pero al verlas mi corazón latió tan fuerte de tal manera que tuve que tomar un momento para contar hasta 10 mentalmente para tranquilizarme y no causar el desaprobó de ellas.

Habían pasado días desde que comenzamos trabajar juntos. Comenzaba a amar esta frase. "Trabajar juntos" nunca lo había imaginado.

Ni siquiera en mis sueños.

La cercanía de ambas era lo que más amaba. Aún cuando solo eran por momentos. Cuando las vimos por primera vez esperaba con ansias el poder estrechar sus manos, cuando las vi quitarse los cubre bocas estaba más emocionado incluso cuando fue nuestro debut.

Dae parecía una persona tranquila, intrigante y desconocido. Pero la más cercana a la palabra normal. Aún que aún no estaba del todo convencido de ese término. Algo no cuadraba.

Por su contrario Sun Hee más que normal, era Extraña. Excitante para mi. Si quiera le importo nuestra presencia. Durante toda la junta la encontraba distante, Imponente y sería.

Todo lo contrario a Dae.

Al final ni siquiera pude tomar la mano de Sun hee, solo pasó de largo. La buena noticia era que Dae si me estrechó la mano, apunto de gritar de la emoción ellas salieron de la oficina.

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Comencé tomar cariño especial, no solo como un ídolo que toda mi vida había seguido. No. Era algo distinto, pero al mismo tiempo comenzaba a confundirme, aquellas dos chicas se habían ganado un espacio dentro de mi.

Las había comenzado a amar, las encontraba cada vez más atractivas, cada vez más vulnerables. Mi instinto de protegerlas había incrementado.

Mi interés había crecido.

Pero, cada noche antes de dormir mi mente formulaba una serie de preguntas.

¿Acaso me he vuelto loco?

¿Se puede tener a dos chicas en tu corazón?

¿A quien amo realmente?