Su identidad.

Sun Hee.

Si pensamos en ella es imposible destacar algo de ella a salvo de una sola palabra.
Impredecible.

A primera vista su apariencia lograba ser imponente, jamás la verías bajar su mirada ante alguien por más importante que fuera.
Dando una apariencia fría y antipática.
Me fascinaba la agilidad con la que actuaba bajo situaciones poco comunes, aquella habilidad llegaba a salvarla de diversas situaciones sofocantes.
Mentiras.
Mentir era tan fácil para ella como cambiar de actitud.
De un instante a otro era una persona diferente, aún sigo sin saber cual de todas sus caras era real.
Amaba con locura como su actitud cambiaba completamente frente a sus seres queridos.
Podía ser la persona más dulce y tierna que jamás hayas visto.
< pero solo con ellos. >
De la misma forma detesté cuando la vi ser su más natural versión de sí misma, una donde reinaba la ansiedad, frustración e impotencia.
Donde todo se derrumbaba a pedazos e insistía en recogerlos.
En algún momento de nuestras vidas llegamos a experimentar momentos que no son exactamente los mejores.

*Momentos. *
Pero para ella parecían no ser solo eso, estaba tan relacionada con ellos que le era incapaz salir de ahí.
Aquella melena negra, larga y reluciente se enredaba entre sus largos dedos con el único fin de ser arrancados.
Aquellos ojos que reflejaban la más pura gracia y elegancia ahora no reflejaban más que ansiedad.
Aquella piel de porcelana se tornaba de un color rojo cada vez más intenso.
Aquella identidad impecable no era nada más que una mentira.
Ahora todo aquello estaba cayendo.
como sus finos cabellos, como una batalla que siquiera anhelaba la victoria.