Capitulo 14: Es real

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No sabría decir cuanto tiempo pasé parada, en la misma posición que me dejó Call, lloré y lloré hasta que no tenia lágrimas. Entré, al fin a mi habitación cuando empezó a salir gente de sus camarotes....

Miré el reloj, una vez dentro y eran las 11:05, debía apurarme, en una hora estaría pisando tierra firme y tenía todo sin preparar.

Antes de otra cosa, decidí darme una rápida ducha, para que borrase todo rastro de lágrimas y me calmase un poco. Una vez vestida, me puse con las maletas, sin parar. Estaba cerrando la última cuando me sobresaltaron unos golpes en mi puerta.

- ¿Quien?

- Jack.

- Voy. - dije cerrando la maleta y corriendo a abrirle, saltando a sus brazos, nos besamos como si hubiesen pasado años desde la última vez. Una vez nos dejamos de besar lo abracé, susurrándole "te amo", aunque casi se me atragantan las palabras, ya que al levantar la mirada, me encontré con la de Call, que arrastrando su maleta me miraba con los ojos llenos de lágrimas, con una profunda tristeza.... me quedé congelada, siguiéndolo con la mirada, aunque él ya no me mirase, aunque esa fuera la última vez, probablemente que lo vería.

- ¿Que pasa?- dijo Jack separándose de mi.

- Call... - se me hacía un nudo en la garganta, solo pensar en decirlo en voz alta, era como si se hiciese más real de lo que ya era, como si mi corazón se rompiese en mil trocitos... ¿Porque me dolía tanto?

- ¿Que le pasa a Call? ¿Estas llorando?- dijo secando mis lágrimas y abrazándome.

Estuve un rato entre sus brazos, hasta que las lágrimas dejaron de salir.

- Call sabe lo nuestro, y me dijo que no es capaz de verme con otro que no sea él, que está enamorado de mi y me ha dicho adiós. He perdido a un amigo...

- Rosse, seguro que se le pasa pronto y seguro que no te da tiempo a echarle de menos, y ya lo tendrás a tu lado...

- Ojalá tengas razón.

- Hazme caso.- dijo sonriéndome, haciendo que sonría, y besándome me olvidé del dolor. - ¿Vamos? ¿Estás lista?

- Si, estoy. Déjame revisar que no queda nada, y ya nos vamos.

Eché un último vistazo a todo y cogiendo a Jack de la mano, salí del camarote, donde me había dado de cuenta que me había vuelto a enamorar, de la misma persona. Una parte muy importante de mi vida, unos momentos tan imprescindibles de mi vida, se quedaban en el barco.

Bajamos, acompañados de dos chicos de la tripulación que nos ayudaban con las maletas, Jack buscaba con la mirada a alguien que nos vendría a recoger....

- Ya he visto al chófer, por aquí, seguidme - dijo a los chicos.

Tras un rato esquivando gente, muchos venían a recoger a sus familiares o amigos, pero tambien había demasiada expectación por ver el barco, yo los comprendía, no todos los días se veía una réplica del Titanic, y mas aún haciendo el mismo viaje que el hundido y sobreviviendo a él....

Bueno pues al fin llegamos a nuestro destino.

- Frederick te presento a Rosse, nuestra invitada, una más de la familia.- Frederick era un apuesto joven, tendría nuestra edad, rubío y ojos azules y el traje le quedaba demasiado bien. Debo decir que "una mas de la familia" me dolió, no lo entiendo como si fuese su novia, el amor de su vida... ni nada por el estilo...

- Encantada - dije y me sorprendí al ver como Frederick cogía mi mano y la besaba. Pero en esa acción, hubo dos reacciones: la mía que me sentí como me sonrojaba y la de Jack, que por el rabillo del ojo pude ver como fulminaba a Frederick... pero éste debía de estar muy a gusto que no me soltaba.

Jack carraspeó y Frederick me soltó la mano.

- El placer es mío. Llámeme Fred, señorita Rosse. A su disposición.

- Gracias Fred y llamame Rosse solo, nada de señorita, ni cosas por el estilo. - dije sonriendole y el me devolvió la sonrisa.

Jack me cogió de la mano, haciendo que lo mirase y me besó. Estaba celoso, muy celoso... fué un beso de posesión, no era nada romántico, pero llevaba una dosis de pasión abrumadora. Una vez me separé de Jack pude ver como Fred tenía cara de incredulidad.... mientras subía las maletas al coche....

Subimos al coche.

- Fred, ¿y mis padres?

- Tuvieron un problema con unos inversores, y la reunión se alargó demasiado, por eso me dijeron que viniese yo por ustedes. Ellos tenían pensado venir los dos solos, pero al final no pudo ser.

- ¿Te dijeron con quien era el problema?

- Con Thomson.

-¿Thomson?

- Si, dijo que la empresa había perdido mucho capital en las inversiones de Paris y Londres...

- Las que yo hice... Tengo que ir a la compañía, llevame alli y luego lleva a Rosse a casa.

- Como quieras.

- Princesa, debo ir.

- Entiendo, ve. No hay problema.

- No tendrás tiempo a extrañarme, ya lo verás.

- Y fuimos hasta la compañía besandonos.

- Te amo.

- Y yo a ti mas, princesa. Nos vemos en unas horas. Fred, despues ven a la reunión, te voy a necesitar.

- ¿Llevo los papeles de la caja fuerte?

- Tráelos, creo que nos harán falta.

- Hasta luego hermano.

Me despedí de Jack con la mano, a la vez que mil preguntas se agolpaban en mi mente, el chófer iba a reuniones y sabia de finanzas....?¿ Si que tenian que tener negocios importantes, el coche era una belleza y muy cara...

- ¿Estas bien?

- Si, solo un poco extrañada...

- Oh, claro... no sabes que papel juego en esto, ¿no? Soy un poco asi como un hombre para todo, bueno creo que Jack te ha contado la historia.... como comprenderás, no se puede implicar a mucha gente en esto, cuanto mas gente, menos probabilidad de que salga todo bien. Ademas soy medio hermano de Robert. Y no soy chófer, todos tienen coche, pero bueno a veces hago asi cosas raras...jaja

- Oh, ¿medio hermano?

- Si, casi podría ser mi padre, pero asi es. Bueno, ahora que yo te contesté tus dudas... me vas a explicar... lo tuyo con Jack...

- Bueno, llevo enamorada de él desde que era una niña, desde que él vivía en Londres...

- Oh, claro. ¿Tu eres Rossy?!

- La misma.

- Te voy a confesar algo, es que cuando vi que te besaba, creí que se volviera loco. Cuando llegaron de Londres, los primeros años era un fastidio, solo hablaba de ti, no quería jugar con nadie, se metía en peleas con todo el que se acercase a él... Luego, fue calmándose, claro, al contarle el secreto, y que al estar juntos solo te pondría en peligro. Jamás lo he visto con una chica, hasta creí que se había vuelto gay, o algo por el estilo..

- No sabia que lo pasase tan mal, aunque lo entiendo, yo tambien he sufrido mucho.

- Bueno lo que importa es que ahora estais juntos.

- Si.

- Ya hemos llegado.

Miré por la ventanilla, y aluciné, que pedazo casa estaba ante mis ojos, pude ver como varios hombres armados la custodiaban, no era una broma, estaba dándome de bruces con la realidad. Hasta que no había llegado alli, y había visto el lujo y las extremas medidas de seguridad, porque si hasta había hombres armados, ¿que más habría? El miedo se instaló en mi, era real, tan real como mis ojos lo veian ahora.

El secreto del TitanicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora