Una chica normal se enamora de un chico el cual nunca se a fijado en ella. Su relación cambia de un día a otro, de pronto el chico le desvela su secreto y esto casi la mata.
En el momento en el que perdí mi mirada en el profundo blanco del techo, empecé a recordar, pero esto no era normal, era como si mi mente hubiese cambiado mis recuerdos con Edward y en vez de ponerlo a él, hubiese puesto a Jacob. En el recuerdo de mi boda, no aparecía Edward, aparecía Jacob, En la primera cita con Edward, no aparecía con Edward, aparecía con Jacob. algo estaba haciendo que mis recuerdos se intercambiasen y no tenía ningún sentido.
Sin saber lo que me pasaba, bajé con Edward y me acurruqué con él en el sofá, el me abrazó y me acercó más a él.
-¿Estás bien?- yo asentí y lo abracé a él también.
Para cuando nos dimos cuenta ya eran las ocho de la mañana, así que nos acercamos a la casa de los Cullen, eso sí, no que aparté de Edward ni un segundo.
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Cuando nos juntamos todos, nos adentramos en el bosque y en cuanto vimos el agujero, me que de de piedra.
-Chicos, yo prefiero no entrar- les dije.
-Tranquila Cat, yo me quedo contigo- me dijo Alice.
Carlisle y Edward entraron y antes de que pudieran pasar dos minutos, salieron.
-En el agujero no hay ningún cuerpo- dijo Carlisle y Edward vino a abrazarme.
Yo me quedé como un hielo, helada, una ansiedad y un terror enorme invadía mi cuerpo y no supe cómo reaccionar. De repente, algo bajo de un árbol. Era ella, imposible no recordarla con ese cabello rojo y mechas moradas.
-En realidad fue bastante gracioso quemar vuestra casa, y jugar con tus recuerdos más, Cat- dijo Isabela con una sonrisa maliciosa.
-¿Jugó con tus recuerdos?- me preguntó y yo asentí.
-Isabela ¿no puedes aceptar que Edward no te quiere?- le preguntó Emmet.
-No estoy aquí por Edward, la última vez le eché un ojo a alguien, aunque Cat ya lo sabe, intercambié los recuerdos que había tenido con Edward por recuerdos de él y ahora, si me dejáis en paz, voy a buscarlo- dijo y desapareció.
-Cat ¿a por quién va?- me preguntó Alice nerviosa.
-Va a por Jacob- respondí.
-Esta bien, nos daremos prisa y llegaremos antes que ella- dijo Edward.
-No, porfavor, tenéis que dejarme ir a mí, a mi sola- y todos asistieron.
Mientras corría por el bosque, solo podia pensar que si le hacía daño a Jacob lo pagaría. Llegué y lo vi sentado en la escalera, yo me senté a su lado.
-Jacob, tienes que hacerme caso ¿vale? Isabela la anterior novia de Edward te quiere hacer un juego de mente para que te enamores de ella, porfavor si viene por aquí no te dejes engatusar- le dije.
Él asintió, pero no parecía muy afectado, más bien, la cara que puso parecía de un disgusto mal interpretado.
