Capitán América y Toni Stark

4.2K 508 11
                                    

Una sonrisa se dibujo en sus labios mientras veía al rubio tratar de hacer las lagartijas.

Era pequeño, escuálido y tierno.

Toni parecía derretirse por él.

—¿Te gusta? —Peggy la miraba con interés—. Nunca le habías prestado atención a alguien.

La Stark sonrió mientras sus ojos se cruzaban con los del soldado.

Un sonrojo se pintó en las mejillas del hombre, ocasionando que la joven riera.

—Me gusta... Definitivamente.

Steve, por su parte, trataba de concentrarse en los ejercicios que los demás hacían, pero la hija de Howard era una terrible y hermosa distracción.

¿Le coqueteaba? Negó ante el pensamiento tan tonto.

Claro que no, una mujer como ella no lo vería.

—¡Granada!

Todo mundo evacuó la zona, aunque no lo suficiente para salvar sus vidas.

Rogers se lanzó cubriendo la granada, sin dudarlo.

Todo quedó en silencio; Steve ahora era el centro de atención.

Stark había corrido junto con Carter, pero quedaron estáticas ante el heroico acto del pequeño rubio.

—¡Atrás! —Steve se enroscó más en el suelo— ¡No se acerquen!

Después de un momento de tensión, una voz de fondo dijo que era falsa.

Peggy sonrió orgullosa y Toni seguía pálida.

—¿Es una prueba? —El chico respiraba agitado ante el inminente susto.

Margaret miro a Erskine y éste sonrió cómplice.

La hija de Howard, camino furiosa hacia el rubio.

Los soldados no entendían que es lo que hacia.

Algunos pusieron una mueca de dolor ante la fuerte cachetada que Toni le dió a Steve.

—¿Qué...? —Rogers se agarro la mandíbula con dolor.

Las solapas de su ropa fueron tomadas y unos labios tiernos chocaron con los suyos.

Algunos aullaron por el espectáculo, otros torcían los ojos por envidia.

La joven término el beso, dejando a un atontado Rogers.

—Vuelve hacer una estupidez como esa y yo misma te mató.

Toni lo miro sería y se fue con dignidad del lugar. No estaba dispuesta admitir el orgullo que sentía.

Peggy no pudo evitar la pequeña carcajada que se escapo de sus labios rojos y Abraham mantenía la boca abierta.

Steve Rogers era feliz... Inmensamente feliz... Aunque le seguía doliendo la mandíbula.

Diferentes Formas De AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora