Steve Rogers y Tony Stark (Omegaverse 4/6)

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Tony no aguantaba la incertidumbre.

Los análisis estaban en manos de Bruce y éste parecía estar tranquilo.

Anthony parecía ver todo en cámara lenta.

—¿Podrías terminar de una vez con eso?

Banner comenzó a reír travieso.

—¿Ansioso?

—Eres cruel Brucie Poo.

Su amigo comenzó a leer los resultados.

El genio pudo hacerlo, pero estaba lo bastante nervioso como para sostener la hoja sin temblar.

—Mmmmm... —Bruce lo miro a él y luego regreso sus ojos a los resultados.

—¿Qué dice?

—Tony. —El castaño sintió su cuerpo temblar—. Eres Beta.

El hombre frunció el ceño.

—Bruce... Si esto es una broma...

—Es en serio Tony, eres Beta. —Bruce lo miro preocupado.

—Si soy Beta ¿Por qué demonios tengo esta marca? —Preguntó exasperado el Stark.

—Realmente no sabría explicarlo. —El Doctor de nuevo lo observó— ¿Sería demasiado pronto para hacer una hipótesis?

—¿Cuál? —Tony sentía que le explotaba la cabeza.

—Yo soy un Omega, y sabes que nosotros tenemos parejas destinadas. —Comenzó.

—Ajá ¿Y?

—¿Qué tal si tú tienes una pareja destinada?

El Beta levantó una ceja.

Ambos se quedaron en silencio pensando las posibilidades.

Momento después, Anthony comenzó a reír escandalosamente.

Se sostuvo el estómago y continuó riendo.

—¿Tony?

—Es absurdo. —El castaño negó divertido—. No soy un Omega, lo acabas de decir.

—No, no lo eres, pero si eres un Beta enlazado. —Ahora Bruce era el que se burlaba.

—Es un error.

—No lo es. Hace más de un mes que tienes esa marca en el cuello. —El Omega se cruzó de brazos—. No hay otra explicación; tienes pareja.

Stark rodó los ojos en desesperación.

—¿Estás sugiriendo que soy un Beta con destinado?

—Si, esa es mi hipótesis. —Su amigo pareció pensar en algo—. No sería descabellado suponer eso.

—Bruce, habla claro, la cabeza me duele y no estoy entendiendo nada.

—Escucha, hace mucho, hubo un caso que impresionó a los mejores médicos del mundo. —Bruce se acercó hasta su cara y susurró—. Un Beta se enlazó con un Omega.

—Pero eso es imposible. —El genio se enderezó—. Los Betas no...

—No tienen las mismas habilidades que un Alfa y un Omega, lo sé. —Aclaró—. Pero paso, muchos les hicieron estudios, los mandaron a diferentes continentes buscando una explicación, hasta que simplemente el Doctor Strange dijo que era el destino.

—¿Destino?

—Claro; contra él, nada se puede hacer. —Bruce lucia satisfecho por eso—. Verás, todos venimos aquí esperando encontrar a la persona correcta. Muchos Omegas encuentran a su pareja destinada, sin embargo, Strange dijo que no siempre sería Alfa y Omega.

—Eso es una tontería. —Negó el Stark—. Yo no tengo la glándula Omega, no tengo feromonas, mis sentidos son comunes y corrientes, y no sufro de celos.

—Tú no, pero tu Alfa si. —Tony paso por alto el "Tu Alfa"—. Tal vez tú no sientas el calor del celo, pero tu pareja lo hace ¿Sentiste alguna diferencia?

—Bueno... Su celo duro 3 días.

—Lo que dura un Omega ¿Acaso fuiste relevado.

—No. —Anthony de sólo pensarlo, sentía la sangre hervir.

—¿Lo ves? Tu cuerpo se adaptó. —Bruce le sonrió—. No tendrás una glándula Omega, pero la marca sigue ahí, fresca y visible. Las feromonas son lo de menos, sí a tu Alfa no le interesó o no buscó el olor de un Omega en su celo, quiere decir que su cuerpo te reconoce. Y sobre el hecho de tener cachorros, bueno, cabe la posibilidad de que jamás tengas hijos propios, eres un Beta y no tienes implementado el útero, pero ¡Oye! te marco, tal vez eso también cambie.

El castaño sentía las palabras del Doctor Banner girar en su cabeza.

No era un Omega, pero estaba enlazado.

Su cuerpo se adaptaría, pero no se modificaría.

—Es difícil de diferir.

—Lo es. —Bruce le sonrió paternalmente—. Tu cuerpo no cambiará al de un Omega, no tendrás ciclos, no desprenderás feromonas, ni tendrás los sentidos tan desarrollados como ellos; sin embargo, serás lo que tu Alfa necesite.

Tony asintió ausente.

Su Alfa... Sonaba tan bizarro.

Luego de seguir hablando y poniendo teorías en la mesa, Anthony se retiró.

Necesitaba descansar, despejar su mente, olvidar por un momento la jugarreta que la vida le había puesto.

—Jamás imagine estar enlazado.

—¿Te molesta estarlo?

El castaño paró el paso.

Giro el cuerpo y lo pudo apreciar.

Un hombre atractivo de cuerpo bien trabajado.

Ojos azules y calmos; diferentes a los que recordaba, pero absurdamente iguales.

—Tenemos que hablar. —Steve lo miro fijamente.

Lejos de verse molesto, más bien lucia preocupado.

Diferentes Formas De AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora