Capitán América y Iron Man

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Podía decir que tenían una rivalidad.

Una fuerte rivalidad; aun cuando existiera el amor fraternal de por medio.

Le era imposible no sentirse encantado por ese roba esposos.

Lo vio reír junto con Tony... Su Tony.

Dios, su madre seguramente lo vería con desaprobación ante lo infantil que era.

—Tony ¿Quieres tener una cita conmigo?

El castaño lo miro con una gran sonrisa; esas que tanto le encantaban, que hacían que su cerebro se friera junto con todo y neuronas.

—Me encantaría Steve. —El genio le dio un casto beso—. Pero hay que llevar lo necesario para Peter.

Steve tuvo que aguantar las ganas de rodar los ojos.

Ese pequeño ladrón de nuevo se interponía.

—¿Llevaremos a Peter? —Los castaños ojos del millonario se dirigieron a él—. Podríamos encargarlo con Natasha.

—No pienso dejar a mi bebé... Aun es muy pequeño y nos necesita.

Todo argumento que pudo tener el soldado, se quedó en su garganta.

Y de nuevo los celos se hicieron presentes.

Hasta el momento, Peter Rogers Stark había sido el rival más duro de todos.

Pasada la noche, el bebé comenzó a llorar.

Tony hizo el ademán de levantarse, pero Rogers no lo permitió; un beso y un "Descansa" fueron suficientes para que Tony desistiera de ir por su hijo.

Con paso tranquilo, casi flojo, Steve llegó a la cuna de su pequeño.

Regordete y perfecto.

Pero también muy inteligente.

—No dejaré que hasta en las madrugadas tengas su atención. —Steve estaba más dormido que despierto.

Acuno el cuerpo del bebé y lo meció lentamente, recordando cuando su madre lo hacía en el momento en que él tenía pesadillas.

Suave, delicado, tranquilo.

Miro los grandes ojos de su hijo.

Completamente oscuros, como los de Tony.

Se sentía encantado, embrujado por esas joyas tan iguales pero diferentes a las de su pareja.

Peter era precioso.

—Supongo que no puedo enojarme contigo.

Beso la frente de su bebé.

Amaba a ese pequeño, era su hijo, su más grande tesoro; él daría hasta su vida por Tony y Peter.

Con todo el amor posible, se sentó en el sofá del lugar, con el pequeño y redondo cuerpo de Pet.

Su corazón se contrajo ante la ternura.

—Te amo hijo.

Del otro lado, asomándose con discreción, Tony negó divertido y destilando amor.

Steve tenía un rival, un fuerte rival... Pero siendo su hijo, podía compartir a Anthony.

Diferentes Formas De AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora