Capítulo 15 🦋

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Alayna

Ya no podía quedarme con las ganas de besarlo, no después de verlo en su momento compasivo con las chicas del prostíbulo. Sus cualidades me atraían como la luz a una polilla. Era bueno, valiente y dulce. Luchaba por lo que quería y no se daba por vencido. ¿A quién engañaba? Luca Vitale me gustaba. La atracción entre nosotros era tan abrumadora que no podía respirar. Necesitaba sentirlo. Piel contra piel.

—Alayna...—jadeó contra mis labios. Su voz era ronca y embriagadora. Mi estómago se contrajo y el punto entre mis piernas se apretó con deseo.

Atacó de nuevo mis labios, aplastándolos contra los suyos. Sentí que mi boca se irritaba al instante, pero estaba demasiado excitada como para protestar. Me aferré a su camisa mientras le devolvía el beso con la misma desesperación e intensidad. Con una mano agarró mi garganta y con la otra mi cadera.

Sus labios, su sabor, todo de él... Lo quería tanto que no podía parar. No pensé en mi pasado o en el propósito por el cual fui entrenada. Me dejé llevar y una nueva emoción invadió mi pecho. En algún momento le rodeé la cintura con mis piernas y nos frotamos para demostrar cuán excitados estábamos. Mis gemidos fueron callados en su hombro y mordí su cuello. Había un calor en mi vientre que no podía apagar. Lo necesitaba dentro de mí. Rudo, duro, crudo.

—Luca...

El sonido de un celular provocó que nos apartáramos y presionó su frente en la mía. Nuestras respiraciones agitadas se entrelazaron y me negué a soltarlo. Necesitaba más de él. Sentirlo desnudo y escuchar sus gruñidos de placer mientras me tomaba una y otra vez. Un beso no era suficiente.

—Shh... —Pasó un dedo por mi labio y lo introduje en mi boca. Lo succioné y lo lamí. Me miró a los ojos. Los suyos eran oscuros, posesivos, calientes—. Cuando te haga mía será en mi cama, no en un sucio callejón.

—Deberías responder —Señalé su celular.

Su sonrisa era grande y puso débiles mis piernas.

—¿Qué podría ser tan importante como este momento? ¿Tienes idea de cuantas veces soñé con tenerte así?

Se me escapó un suspiro.

—Luca...

Me besó de nuevo y no me resistí. Fue suave, cálido y acogedor. Nada de rudeza como la primera vez. Me perdí hundiendo los dedos en las hebras de su cabello castaño. ¿Cómo pude soportar tanto tiempo sin esto? Estaba acostumbrada a la brutalidad, pero Luca me trató con delicadeza.

El celular sonó de nuevo y él gimió frustrado.

—Sí, debería responder —Protestó apartándose y lamiéndose los labios. Con una mano en mi cintura, llevó el celular a su oreja. Escuché murmullos y reconocí la voz furiosa de Leonardo —. De acuerdo, estaremos ahí en breve —Colgó.

Me costó mucho recobrar la compostura así que me alejé como pude y se quejó con un leve gruñido.

—¿Qué sucede?

Rodó los ojos.

—Es mi abuelo. Acaban de internarlo y solicitó verme en el hospital.

🦋

Luca

Después de ese beso quería todo con ella, pero dudaba que Alayna lo permitiera. Al menos no por ahora. La anhelaba en mi cama destruida después de haberla follado por horas. Quería enredar mis puños en su cabello mientras la hacía gritar de tanto placer. Quería tantas cosas y me sentía impaciente. ¿Por qué seguía torturándonos?

Belleza Oscura [En Librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora