SEXO INCONTROLABLE (TERMINADA)

Capítulo 28.

Los rayos del sol me molestan y hacen daño a mis ojos cuando intento abrirlos, pero tras acostumbrarme un rato a la luz de la mañana, por fin puedo mirar con claridad. Me vuelvo costosamente hacia todos los lados, mi cuerpo me pesa, como si ayer hubiése subido y bajado una gran montaña.

Mis amigos duermen.

Aaron ronca y al tenerlo a mi lado, justo a mi izquierda, parece que lo hace cerca de mi oído. Zoey está a mi derecha y el resto no muy lejos de mi.

Aprovecho ese momento —en el que todos siguen durmiendo —, para gastarle una broma a Aaron, y  mordiéndome el labio inferior para aguantar la risa;  me levanto sigilosamente para buscar mi móvil, que está encima de mi escritorio. Lo cogo, y, grabo a Aaron durante unos segundos, después lo envío al resto, pero entonces... se me ocurre otra idea más.

Entre risitas malévolas y silenciosas busco un rotulador negro con el cual dibujar en la frente de Aaron "Amo a Harper". Cuando la profesora y todos lo vean, se morirán de risa, y, por último, hago una bonita foto como recuerdo y también me encargo de que todos la reciban.

Los móviles de mis amigos comienzan a vibrar alocadamente, y, me tumbo escondiendo el rotulador bajo mi saco de dormir y haciéndome la dormida.

Todos se levantan patidifusos y bostezando. Algunos se estiran y otros se quitan las legañas de los ojos, porque sino ni pueden abrirlos, realmente me ha sentado bien pasar la noche con ellos.

Me siento diferente, más agusto conmigo misma, más calmada. Ellos son la familia que he elegido al fin y al cabo, y, no me arrepiento de eso.

—Hola Sabrina, ¿Qué tal has dormido? —me pregunta Sam que por lo que pude observar anoche, no se ha despegado de Will en todo el rato.

—Muy bien, ¿Y tú? —pregunto guiñándole un ojo con voz melodiosa.

Ella se dá cuenta del doble sentido de mi pregunta y se pone colorada. Sin poder evitarlo más comienzo a reír a carcajadas.

—¡Alguien se ha levantado de bueno humor! —protesta Aaron incorporándose a regañadientes.

—Buenos días a todos, arriba, que hay que desayunar —canturreo estirando todo mi cuerpo y notando cómo cruje de lo adormecido que está.

A los pocos minutos después, Hugo ríe a más no poder sin dejar de mirar de reojo a Aaron, pero no es el único.

—¿Qué pasa? —les pregunta Aaron confuso.

—Nada, nada —respondo conteniendo la risa.

                                 🔥🔥🔥

En clase de física Aaron pregunta constantemente qué pasa que ríen tanto, pero nadie le dice nada. Hasta que llega la señorita Harper y ve lo de su frente.

Todos rompen el silencio a carcajadas y él se levanta bruscamente frustrado.

—¡¿Alguien me quiere decir algo de una vez por todas?!

—Tu frente, yo... —le contesta Harper en un murmuro colorada.

Él se queda pasmado en su sitio hasta que se levanta con brusquedad, y, sale de la clase furioso. Aprovecho para llamar la atención de Zoey que está justo delante mía, y, hago que se vuelva hacia mí dándole unos toquecitos en su hombro con la mano.

Cuando ella me mira yo ladeo la cabeza hacia la puerta y ella sacude la cabeza confusa, y sin entender nada.

—Di que ha sido idea tuya —susurro inclinándome hacia delante para que me oiga mejor.