Habíamos regresado del aeropuerto de haber dejado a mi madre. Fue duro pero lo logré superar rápido. Aunque estuviera con mis tíos y primos sabía perfectamente que era yo sola. Tenía que valer me por mi misma en esta casa ya que nadie más me ayudaría.
Mi madre acababa de escribirme diciendo que el avión había despegado y que me llamaría cuando ya llegara.
Necesitaba enfocarme en algo más para evitar pensar en que mi madre se había alejado de mi, así que empecé a escuchar música mientras me dirigía a la puerta de la casa de mis tíos. Tenía pensado salir a caminar un rato, lo necesitaba.
Mis tíos no hicieron preguntas, no me sorprendía. Mi mamá era sobreprotectora a comparación de ellos, no es que fueran malos padres solo que... Había falta de atención de ellos hacia sus hijos.
Ya estaba oscureciendo un poco, no le tenía miedo a la oscuridad, a mí me encanta la noche me parecía tan nostálgica y tenue que me llegaba a parecer acogedora y sabia.
Llegué al parque de la última vez y me senté en un columpio mis pies quedaban levemente despegados del suelo. Metí mis manos en los bolsillos de mi abrigo y dejé que el aire frío de la noche golpeará mi rostro mientras observaba pasar a las personas.
Uno de mis audífonos cayó del orificio de mi oído y caí en cuenta de lo silenciosa que estaba la calle, a pesar de tener muchos transeúntes en esta misma.
Transcurrieron unos veinte minutos cuando ya mi playlist había acabado, decidí retirar mi audífono y conformarme con el sonido de la noche, ya eran las ocho de la noche para cuando revisé mi celular.
Un chico se sentó en el columpio de al lado y comenzó a mecerse. No me pareció extraño solo lo ignoré y sin darme cuenta el chico trataba de entablar una conversación conmigo pero yo seguía metida en mi mundo.
—Lo siento no te escuché.—Le dije mirando a la nada.
—Estás distraída chica de la botella.
Fue cuando caí en cuenta de quién me estaba hablando. Chon.
—Puede ser que esté distraída pero creo que me estás siguiendo Chon.
—No se dice así, se dice Shawn.
—Bien Chan.
—Muy graciosa.
—Gracias, gracias es bueno saber que alguien pasa un buen día.
—¿Porqué? ¿La chica de la botella se quedó sin agua?— Dijo sonriendo.
—Ojalá fuera eso, mi mamá se tuvo que ir, pero dudo que te importe ese tema.
—No digas eso, cuéntame. Es malo que te guardes las cosas.
—Es que es algo personal y de verdad no sé si quiera contarlo.
—Está bien— Se levantó —Pero no quiero que estés triste así que...— Se posicionó detrás de mí.
—¿Que haces?
—¿Jamás te han mecido?— Comenzó a empujar con sus manos en mi espalda.
—Si pero...
—¿Pero que?— Comenzó a empujar más fuerte haciendo que mi vaivén fuera más rápido.
—Nada, es algo que solía hacer con mis primos antes de que vinieran a vivir aquí.
—Jamás escuché una historia tan linda como la tuya, una chica que sale de su país y que le gusta ir a los parques a mitad de la noche.
—Lo dices cómo si fuera algo malo, la noche es linda.
—Y peligrosa— Dejó de empujarme.
—No es novedad para mi, ya estoy clara de lo que sucede cuando te adentras en la oscuridad Mendes.
El columpio se detuvo y Mendes se puso frente a mi, yo me levanté y acomodé mi abrigo el cual era una simple chaqueta.
—¿Enserio sabes de oscuridad?— Me dijo acercándose.
—Si, pero un chico como tú al parecer no, pareces el típico chico que le gusta coquetear pero no llega a nada con las chicas sin mencionar que le gustan los parques.
—Buen análisis, pero vamos dime tú nombre. No me parece justo que sepas mi nombre y parte de mi personalidad y yo ni tu nombre sé.
—Me llamo Patricia Escalona ¿Feliz?
—Lindo nombre, es como tú.
—¿A qué te refieres?— Le dije mirándolo a los ojos, lo cual fue un trabajo muy complicado por la diferencia de estatura.
—Patricia, un nombre particular además de lindo al igual que su portadora.
—¿Me estás llamando linda, y particular?
—Eso es depende de tu criterio, si lo quieres tomar de una manera distinta es cuestión tuya— Se acercó un poco más a mi quedando a escasos centímetros de distancia, sus manos estaban es los bolsillos de su chaqueta negra y yo imitaba su acción.
—Lo tomaré como un cumplido— Sonreí.
—Me alegra, me gusta tu cabello— Tomó un mechón rubio que salía detrás de mi oreja.
—A mi no me gusta mucho que digamos.
—¿Porque? Es lindo su color y es muy suave— Seguía jugando con dicho mechón, tenerlo así de cerca, con una sonrisa ladeada y sentir sus dedos enredándose en mi cabello es una sensación única que no quiero olvidar.
—Precisamente, el color es aburrido, lo voy a cambiar tal vez a morado.
—Eres impotente, me agrada— Termina de acercarse para yo estar completamente pegada a él.
—Y tú también me agradas Mendes— Paso mis manos por su chaqueta.
—Eso es nuevo ¿te agrado? Ni siquiera nos conocemos bien— Pasa sus manos por mi cintura, ya a este paso no había retorno así que tenía que aceptar lo que venía.
—Entonces...¿No quieres conocerme?
—Tal vez quiera, pero más adelante.
—¿Te dan miedo las latinas Mendes?— Dejo mis manos sobre su pecho.
—No, solo me parecen misteriosas. Sobretodo tú.
—¿Te gusta el misterio?— Le digo acercándome a su rostro. Mierda esto está pasando. ¿Que demonios hago? Jamás fui tan espontánea con algún chico.
—Me gustaría mucho saber que secretos escondes— Él se empieza a acercar más a mi rostro, nuestras narices se rozan a penas.
—No te los puedo decir por algo son secretos— Hago un leve roce de labios para colmar un poco su paciencia.
—¿Ni siquiera uno pequeñito?
—Ni siquiera uno pequeñito.
«««««««»»»»»»
Uwu tengo tiempo sin aparecer, ya los empiezo a extrañar que tal el fuego de este capítulo?
Aman a Shawn y Patricia?
Que piensan de que Patricia se le guindara sin siquiera conocerlo bien?
Amo leerlos
-NcJjCsSm
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She [SM]
Fanfiction«Eres perfectamente dañina para mi» Una venezolana que sale del país con esperanzas de tener un mejor futuro y vida se encuentra con Shawn, un chico que ama hacer Vines e intenta tener una carrera en Redes sociales. «No tienes idea de lo que me duel...