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Docientos dólares ¿marico que coño? Ni que cagara rial, les resumo lo que acaba de pasar. Estaba en la tienda para comprar los materiales que necesitaría para el primer semestre, porque ajá no voy a andar comprando materiales por semana, aunque creo que me va a tocar por el simple hecho de que todo en total vale docientos dólares ¡¡Docientos mi pana!! No docientos bolívares fuertes, no mami dólares para que seas seria.

En fin, solo compré para las primeras dos semanas porque ajá, no tengo tanta plata, voy a tener que empezar a trabajar.

Ya habían pasado los días y ya mañana iba a empezar mi primer día, vería al Chon y creo que a ese lindo chico ojos azules. Connor si mal lo recuerdo.

Sí me pongo a pensar en ambos chicos, son completamente distintos y yo por mi lado me comporto distinta con cada uno. Con Connor parezco una colegiala toda nerviosa al hablar, pero con Shawn parece que tuviera experiencia de años hablando sexualmente y de muchachos también.

El punto es que debía comportarme, el problema es que sería muy difícil. Ya estaba camino a casa de mis tíos, todo había transcurrido de manera normal, me trataban bien, yo a ellos y así.

Pero algo llamó mi atención, estaba en medio de un centro comercial y cuando me dirigía a la salida me percaté de una tienda que hacía tatuajes, obviamente me acerqué para averiguar sus precios, ya me quería hacer otro.

Tomé con fuerza mis bolsas y entré a la tienda, al principio me veían mal. Como si no tuviera que estar allí y luego llegué al aparador y traté de llamar la atención del recepcionista.

—Hola, me gustaría saber sus precios. Y quién es su mejor tatuador.

—Nena, este no es lugar para ti, sin mencionar que los precios es depende del tatuaje.

—¿A qué te refieres con que no es lugar para mí? No veo ningún aviso que diga “nos abstenemos a ofrecer nuestros servicios a cualquiera” lo cual quiere decir que me pueden atender. Y si piensas que es por mí falta de experiencia, te aseguro que con mis diecinueve años tengo más tatuajes que tú.

—¿Quieres apostar nena?

—¿Cual es tu precio, princesita?—Le dije para sacarlo de quicio.

—Si tengo más tatuajes que tú, no podrás venir a la tienda, pero si tienes más que yo te daremos el pase vip el cuál contiene un combo de tres tatuajes gratis.

—Perfecto, ¿a cuál sala pasó?

—A la tercera.

Pasados unos minutos ya había empezado el conteo, una chica estaba contando mis tatuajes los cuales en total eran quince y el chico apenas tenía tres.

Estaba muy feliz con mi pase vip y ahora me podría ir y regresar cuando quisiera.

Antes de salir me dirigí hacia el chico.

—No juzgues a un libro por su portada, y gracias por el pase.

Salí de la tienda con aires de victoria, definitivamente ya estaba feliz y claramente llegaría a casa a buscar algunos modelos de tatuajes, pensaba en hacerme muchas cosas pero debía decidir bien.

[-]

—Papá, no me parece justo que Patricia se pueda hacer tatuajes y yo no, eso me parece injusto— Decía mi primo abriendo de nuevo ese tema de conversación.

Yo solo admiraba la escena desde el mueble y por encima de mi celular.

—Mierda José, hasta cuando con el bendito tema. NO TE VAS A HACER NINGÚN TATUAJE ¿Entendiste? No vuelvas a tocar el tema porque no tiene caso, si Patricia se tatua es porque su madre la deja, pero yo no te voy a dejar. Fin del tema.

—Mierda, está bien. No me hago un coño entonces.

—Cuida tu vocabulario, mira que sigues viviendo bajo mi techo y vas a seguir mis reglas.

—Está bien, está bien. Me voy a mi habitación— Y lo ví cumpliendo su acción, el se fue por las escaleras y escuché un gran portazo.

—Lamento que escucharas eso Patricia, si quieres sube a tu habitación mientras está lista la cena.

—Tranquilo tío, y bueno ya subo.

Subí las escaleras y comencé a organizar mis materiales y la ropa que usaría, ya teniendo todo listo ya tenía una idea del tatuaje que me quería hacer. Me haría a Scar del rey León ¿porque? Porque me gusta cómo se ve y los colores que tiene, nada más por eso.

Hablando de te eso, debería hablar con mi madre sobre el tema del tatuaje. Solo le iba a mencionar que me lo haría, ella no me daba los permisos pero si quería estar al tanto de a dónde iba y lo que hacía. Lo cual me parece completamente comprensible, y de ahora en adelante pondré en práctica con mis tíos.

No les iba a pedir permiso, simplemente los mantendría al tanto de todo.

Pasados unos minutos ya era hora de la cena, y por fin me iría a dormir teniendo en cuenta que mañana empezaba mi nueva vida.

»»»»»»««««««
Fictioners! Así les diré.

Les gusta? La razón por la cuál les diré así es porque veo que les gusta leer ficción y me alegra saber que soy yo quien se las da :)

Ahora hablando del cap, que les parece?
Sé que es algo de relleno pero espero lo disfruten.

Ahora recuerden seguirme para que en mis anuncios se enteren de adelantos de esta y otras historias así que... Pueden seguirme si quieren adelantos y si no, pues esperen :) los amos fictioners hasta la próxima :3

She [SM] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora