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* * *

Estaba en la puerta de la institución sentando sobre una banca que se posaba sobre la amplia entrada pintada de un color verde claro en un tono tenue.

Era desagradable para el menor encontrarse en un lugar con una cantidad exagerada de gente fumando, el olor a tabaco estaba llegando a serle molesto.

Mientras que él sacaba su celular y tenía intenciones de mandar un mensaje al número de JiMin.

JiMin

Jeon Jungkook:

Lamento haberte creado conflictos, en serio, pensé que volver a conversar mínimo no nos afectaría a ninguno de los dos, pero viendo la situación, nos daña más de lo que pensé, tú no estás bien, aunque te canses de decirme que lo estás yo siempre sabré que es mentira, te conozco. Veo que no soy la persona más indicada para lograr ayudarte, lamento haberte creado conflictos, mis inteciones no eran esas. Y bien, sé que no te beneficio para nada, me iré nuevamente de tu vida... pero regresaré si es que tu llegaras a permitirme nuevamente estar en contacto contigo, por ahora no, hasta que te encuentres mejor podrás hacerlo.

Esto es por el bien de ambos, no creas que me siento tan feliz estando de este modo contigo, pero necesito una amistad que no nos traiga consigo problemas.

¿Cómo volver a estar bien? Fácil, tienes a SeokJin, aunque te niegues a verlo, será lo mejor para ti.

Hasta luego...

Mientras el azabache escribe tales mensajes, no logra sentirse bien con la situación, tiene ganas correr y de abrazar a JiMin, hacerle sentir que estará con él siempre para lo que necesite, pero eso no le era posible... si no lo dejaba.

De un momento a otro el olor a tabaco se intensifica bastante, al mirar a la persona que le emite solo trata de ignorarle, el médico rubio con el cigarrillo entre sus labios, Yeong había llegado repentinamente.
El azabache no hizo contacto visual, al notar que se sentó a un lado de él sobre la banca, solo se alejó.

―¿No estabas en la heladería hace menos de una hora?

―Necesitaba venir aquí con un amigo. ―Respondió cortante.

―¿Sabes...

―No, no sé dónde está JiMin, ni porque no responde al celular señor Yeong. ―El menor mira hacia el frente intentado no mirarle al rubio.

―Aunque tú y muchos no quieran... ―El rubio mete el cigarrillo en su boca e inhala el tabaco, posteriormente lo suelta cerca del menor. ―llevaremos a JiMin a casa, aunque sea por poco tiempo.

―Es médico ¿no? debe de saber que el tabaco es perjudicial, no sea idiota, deje de fumar donde estoy yo.

―Cambiando en tema ¿eh?

―JiMin se negará a ir.

―¿Ah si? Su madre sabe cómo convencerlo para ir. Lo conoce más por ser su madre, niño.

―¿En serio? déjeme explicarle algo señor, no por haberle dado la vida lo conoce más que nadie, si su madre nunca estuvo tanto tiempo con él ¿cómo le va a conocer?

―Tienes razón, hasta yo puedo conocerlo más que ella. Pero, ¿acaso crees que JiMin se negará ante tanta insistencia?

SOLO UNA MÁSCARA. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora