Park JiMin

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Mi vida cambió...
Las únicas cosas que recordaba siempre de mi infancia eran regaños y exigencias de mi madre... junto a ella su novio que llegó aquí a joderme la vida... al frente de todos sonreía para verse bien, Pero cuando se quedaba sólo conmigo era un demonio.. esa sonrisa se habla malévola.

ㅡ¡Le suplico que se detenga! ¡Duele!..

Mi dolor...

¡Por favor basta!

Mi sufrimiento.

D-Duele...

La sangre bajando lentamente por mis muslos manchando las cobijas de mi cama.

―¡Tengo hambre! Por favor... abra...

Mis torturas sin comida.

―¡Di que me perteneces!

Mi yo del pasado negándose a ser propiedad de un loco que había marcado toda mi piel...

―¡Te lo ruego, mátame... pero ya no me hagas sufrir!

La desesperación...

Me cansé de suplicar y sollozar, de rogar por morir algún día, llorar cada las mañanas porque siempre pedía una noche antes de que todo eso pasara... deseaba no abrir los ojos en la mañana siguiente, y para mi desgracia siempre seguía despertando en la misma cama rodeada de los mismos cuadros y el espejo aue me dejaba ver mi cuerpo con marcas de demonio.

Después de eso no volví a hablar... todo era llanto, sangre bajando por mis muslos... cigarrillos, hambre, frío... alcohol...

ㅡ¿Tu hubieras tolerado tanto dolor?

Jamás dejé de considerar los manera de salir rápido y sencillo del juego, la cual era terminar con mi vida, sin embargo siempre tuve miedo, tenía pastillas, tenía cosas punzocortantes... tenía todo para terminar con ese infierno... y algo me decía siempre que no lo hiciera a pesar de que mi camino era tan complicado, a pesar de sentir como si estuviera caminando descalzo entre tantos vidrios dolorosos... sentir como las llamas del fuego me abrazaban...

Mi vida siempre tuvo muchos cambios a raíz crecía, y cada vez esos cambios me traían más traumas o tristezas, nunca había una noticia buena para mi, aún así que fuera algo que me beneficiaba ante mis ojos no era una noticia buena porque no sentía esa emoción que debería haber estado.

Estaba mal a tal grado que ninguna cosa me causaba emoción o interés real, todo en absoluto era actuación...

Estaba muerto en mi interior, Park JiMin estaba muerto, lo que vivía era esa máscara dolorosa de la sonrisa, Eso no era JiMin... para mi pésima suerte muchas personas amaron demasiado a mi máscara... y me condené a usarla siempre por mas doloroso que fuera... la sonrisa que todos amaban, y a mi me dolía en el alma tenerla.

Siempre parecía que la vida me detestaba, o solamente disfrutaba tirarse al suelo para reír de mis situaciones malas... era doloroso ver como tantas personas festejaban de todo, reían... y yo sólo podía llorar sin consuelo escondido de todas las personas para que no conocieran al Jimin real... al JiMin que estaba lastimado y no podía más, el JiMin que sentía sus piernas temblar... que sentía que el peso que cargaba era demasiado y en cualquier momento se le caería encima.

El día de cambio de habitaciones yo estaba mal por pensar que debería de agradarle a alguien nuevo... me mentalicé con dolor... y llegó él, con su típica vestimenta oscura y su expresión relajada observando todo detenidamente, desde las primeras veces que convivimos me pareció alguien algo gélido, pero tenía esperanza de poder convivir con él a pesar de mi negatividad.

SOLO UNA MÁSCARA. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora