SOLO UNA MÁSCARA. [Editando]

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JiMin estaba en casa después de un largo y agotador día escolar, esperaba a su madre, quien estaba preparándose para volver al trabajo.

―JiMin, cariño... Lamento que apenas llegues y tenga que irme.

―Realmente no importa, mamá; sabes que estoy acostumbrado. ―Sacó de su mochila un papel y se lo entregó a su madre.

―J-JiMin... ¿cuándo competiste en esto? ―Lo que YangMi tenía en sus manos era un reconocimiento por parte de un concurso de lectura a nivel estatal, JiMin había ganado el primer lugar con tan solo diez años.

―Me inscribí hace menos de un mes. Hoy fue la final y gané... solo que jamás te lo dije porque sabía que no tenías tiempo para asistir a uno de esos eventos.

YangMi rápidamente sintió un pesar demasiado fuerte, vió el papel una vez más y abrazó a su hijo, quien presionó sus ojos al saber que le dolería el sentir la tela pegada a su piel lastimada.
Eso era lo que YangMi siempre había querido para sus hijos, y cuando lo lograban ella no lo notaba...

―Realmente estoy orgullosa de ti, Jiminie.

"Lo triste es que solo estás orgullosa de mi cuando te traigo este tipo de cosas mamá..."

JiMin se quedó sentado un momento viendo cómo su madre caminaba de un lado hacia el otro sin patrón alguno.
Finalmente ella llegó hacia la puerta, ya lista para salir.

―JiMin, recuerda que Crystal llegará aquí más tarde, siempre está fuera. Pero no te preocupes, Yeong acaba de cambiar los horarios de trabajo para poder estar aquí contigo. ―La mujer abrió la puerta.

―Sí mamá, no te preocupes. ―JiMin se quedó sentado mientras veía cómo sin más su mamá salía de la casa.

Al verla lejos suspiró y comienza a ver qué puede hacer para matar el tiempo.
Recuerda que tiene tarea, al instante camina hacia su habitación y saca los materiales necesarios para hacerla y regresa hacia la mesa.

Comenzaba a leer lo que decía su libro, ponía detenimiento el las indicaciones y contestaba las actividades completamente relajado.

La puerta hace el ruido de que está siendo abierta, JiMin solo alza la mirada hacia la esta, por ella estaba entrando el novio de su mamá.

―Hola, Jiminie. ―El hombre saludó tranquilamente al castaño.

Y lo demás... lo mismo de siempre que se quedaba dormido: Un recuerdo lúcido y doloroso.

Uno que ahora le dejó recordar perfectamente una ocasión en la que sus muñecas fueron sujetadas con fuerza y fueron dañadas antes de unas largas y agonícas horas de sufrimiento.

Aunque él hiciera algo bien... jamás podía librarse.

―¡JiMin, maldita sea! ―YoonGi sacudió realmente fuerte a JiMin intentando despertarlo de sa horrible pesadilla, juraba que escuchó como si hubiese batallado para respirar.

Cuando YoonGi llegó a la habitación vió a JiMin llorando sin control, pálido y sudoroso muentras susurraba cosas inconexas y gemía un poco como si algo le doliera demasiado, jamás lo había visto de esa manera... logró asustarlo demasiado y no sabía qué hacer.

―¡JiMin! ―El castaño abre los ojos y se levanta de la cama rápidamente temblando y rápidamente separándose de golpe del tacto de su compañero de cuarto, su respiración era errática y su cabeza dolía de manera insoportable.

―¿H-Hyung?.. ―No paraba de llorar y hablaba muy apenas debido a los espasmos en su pecho.

―Esto ya no es normal, ¡tienes algo, JiMin! Parece que sufres mientras duermes... eso no está bien. ―Alzó la voz y se sentó junto a JiMin.

Realmente estaba reocupado, sin embargo el más chico nuevamente por impulso se alejó.

―H-Hyung... YoonGi hyung... ―Mira a los ojos a su mayor con mucho temor y aún entre llanto... ¿por qué le dolía tanto la cabeza y no podía calmarse aún así que estuviera viendo a YoonGi y no a Yeong?.. ¡¿Por qué?!

―JiMin, necesitas ayuda...

"Yo no necesito ayuda, necesito morir... quiero morir... no quiero estar aquí, ¡Ni dormido puedo estar tranquilo!"

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