SOLO UNA MÁSCARA. [Editando]

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* * *

―¡Me alegra mucho que hayas venido!―La señora Min abraza a JungKook con demasiado cariño. YoonGi y JungKook habían planeado ir a la casa del pelirrojo una tarde de un fin de semana.

―Lamento no haber venido en las festividades...

―Ay no le tomes importancia, ya sé que andabas de galán, entonces obviamente debo de darte tu espacio con tu chico. ―JungKook brinda una emotiva sonrisa hacia la señora Min. ―Estoy a punto de terminar la comida, si gustan pueden ir a la habitación.

―¿No ocupas que te ayude en algo?

―Oh no YoonGi, ahora solo está hirviendo el bibimbap. Ya tengo todo lo demás, ve con JungKookie a tu habitación.

Ambos chicos comienzan a caminar hacia la habitación, una vez están en la puerta de la habitación entran, como siempre el cachorro de pelaje cafe estaba en la cama.

―Ahora... quería hablar un poco contigo hyung.

―¿Eh? ¿De qué? ―El pelirrojo toma al cachorro entre sus brazos y le da el lugar a JungKook.

―Te he visto algo pensativo, distraído, ¿Todo bien? ―YoonGi rápidamente mira a el perro y comienza a acariciarlo... no podía contestar con la verdad en su totalidad.

―Conoces a JiMin más que yo. ―Finalmente le mira.

―¿Eh? ¿A qué va eso? 

―Tú... al principio eras muy cercano a JiMin, puedo asegurar que conociste su lado que todos amaban.

―Eh pues sí, era mi... compañero de cuarto. ―YoonGi mira detenidamente a JungKook, sus expresiones cuando estaba nervioso se estaban presentando, su lengua golpeaba un lado de su mejilla... se notaba demasiado su nerviosismo.

―¿No se te hace que está algo raro? diferente.

―Se ve... apartado.

―Me da miedo.

―Sus calificaciones bajan mucho, están muy bajas en realidad.

―¿Qué tanto conoces a JiMin?  yo casi no lo conozco pero... tú

―Pues... creo que lo conozco suficiente como para notar que él no está bien, cuando éramos... amigos siempre sonreía mucho.

―¿Y ahora?

―Todo es distinto...

―Yo comencé a notar cambios cuando llegó una vez con un labio roto.

"Yo... también lo vi"

―¿Hace casi un mes ya?

―Sí... principios de enero supongo.

―Yo... también pude verlo. ―Bajó el tono de su voz.

―¿En serio?

―Sí... yo caminaba por el las jardineras ese día, era algo tarde, solo vi como corría con su labio roto hacia no se donde... creo que corrió hacia la sala del consejo.