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―Hyung... no es... ―El pelirrojo no dejó terminar a JiMin.

―Se supone que si voy ella no te regañará tanto, las madres suelen aparentar tranquilidad en presencia de alguien ageno a su entorno.

"No la mía, mi madre es un caso demasiado especial, hyung..."

―Pero es muy repentino... ella tiene poco tiempo en casa, de hecho, necesito irme ya...

―Tú en el fondo sabes que es una buena idea, JiMin-Ah.

―Hyung...

―JiMin.

El castaño se paró de la cama con el papel en una carpeta.

―Ella... ella es algo... complicada...

―No importa.

No iba a poder contra él, a final de cuentas era Min YoonGi con quien estaba hablando, no le quedó de otra más que resignarse y aceptar rogando a Dios por que su madre no hiciera uno de sus típicos circos frente a él. Sabía que el pelirrojo era un ser astuto e inteligente, inclusive hasta un poco curioso, por lo que el llevarlo a su casa y presentarlo ante su madre en tal situación era algo demasiado arriegado, pero ya no había nada que pudiera hacer.
Ambos salen de la habitación.

* * *

―Hyung, mi madre...

―Ya, tranquilo. Sólo es un 8, no reprobaste, JiMin. No pasa nada. Si ella te dice algo o pasa alguna cosa voy a estar ahí.

El castaño suspira pesado y da un par de golpes en la puerta, sus manos temblaban ligeramente, estaba demasiado nervioso. La puerta se abre lentamente, tras de ella se encuentra su hermana.

―¡JiMin! ―La chica se muestra emocionada al ver a su hermano mayor frente a su puerta. ―Estás viniendo más seguido, ven entra.

―Hola, Crystal. ―Ambos se abrazan con fervor. ―¿Cómo va todo?

―Ya sabes, podría estar mejor, realmente. ―La mirada de la chica se desvía hacia YoonGi, quien mira a ambos algo incómodo. ―Uh, trajiste un amigo. ―La chica le sonríe a JiMin. ―Un gusto, yo soy Park Crystal. ―Extiende su mano hacia YoonGi, este rápidamente toma su mano y la saluda con cortesía.

―El gusto es mío... soy Min YoonGi.

El pelirrojo mira a ambos hermanos conversando.

―Es raro que hayas venido, JiMin, ¿todo bien? ―Mira a su hermano mayor esperando una respuesta.

―Ah... no tanto, en realidad...

―¿Qué ocurre? ―El tono de la chica cambia a uno más tranquilo y atento.

―Antes que nada... ¿mamá está aquí?

―Ella no tarda en llegar, es la hora en la que viene aquí un momento y regresa al trabajo en menos de quince minutos. ―Se encoge de hombros.

―Ah... no... no quisiera que ella se enojara por una tontería mía... ―Baja la mirada.

―Ah no creo, tú no haces estupideces JiMin. ¿Qué sucede?

El castaño le entrega la carpeta a su hermana, ella la mira algo extrañada.

―No te expulsaron, ¿verdad? ―JiMin al escuchar esto ríe levemente.

SOLO UNA MÁSCARA. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora