Dispersos

CAP 14: Subtle revelations

-Había un pájaro. En algún lugar de las copas de los árboles en el extremo de la playa, graznando con un llamado odiosamente estridente, tan fuerte que parecía que estaba gritando directamente en su oído.

Ella nunca había querido hacerle tanto daño a un animal.

Nami se sentía cómoda y cálida y en su sueño mientras ella gemía contra su almohada.

¿Una Almohada?

Poco a poco sus ojos se abrieron, forzando su consciencia a despertarse. Lo que ella pensaba que era una almohada era demasiado dura para ser llamada uno, teniendo en cuenta que todavía estaba extrañamente cómoda. También se estaba moviendo, las almohadas normalmente no suben y bajan de manera constante, o hacen eco con un leve golpe que empezó a reconocer como un latido del corazón. Cuando sus ojos finalmente bien abiertos, fueron directamente a las líneas negras que forman un tatuaje muy reconocible.

Ella gritó y saltó fuera de Law, recogiendo puñados de arena para tirar hacia él en el proceso.

"¿Qué diablos crees que haces? ¡¿Haciendo un movimiento mientras duermo!? ¿Eh?" Nami le gritó sin descanso, arrojando un poco más de grumos de arena hacia él como buena medida mientras echaba humo.

Él había empujado sus brazos lejos en el segundo en que ella gritó, su cara se volvió oscura de irritación, volvía la cabeza hacia otro lado mientras que la arena le caía en su cabello. Él no le respondió, simplemente la miró sombríamente encontrando su histeria algo tediosa. Su silencio sólo la hizo enojar más, sin embargo, también le hizo preguntarse si sus acusaciones eran realmente el caso. No lo podía negar, pero él no lo estaba admitiendo tampoco, obviamente, no le vio ninguna importancia al asunto Por no decir nada en lo absoluto, también parecía estar diciendo un montón.

La posición en la que despertó con la cabeza en su pecho y con su brazo alrededor de sus hombros, no tenía ningún significado para él en lo absoluto, ni siquiera lo suficiente como para argumentar su inocencia en el asunto.

Ella resopló y se alejó de él, cruzando los brazos sobre su pecho mientras hacía puchero. No sabía por qué estaba molesto por esa revelación, pero le molestaba, no obstante. Tal vez fue sólo porque quería obtener algún tipo de reacción de él, alguna justificación para sus pensamientos.

"Como una cortesía ya que eres un aliado y te necesito, no voy a cobrarte esa vez", dijo sin rodeos, apretando los dientes mientras ella odiaba la idea de que no ejerza algún tipo de deuda por encima de él, pero Nami sabía que no podía retenerlo a él, de todos modos. Aun así, ella lo amenazó, aunque sólo sea para salvarse la cara ella misma. "La próxima vez que se te ocurra suavizar las relaciones conmigo en la noche, me aseguraré de que cada pieza de oro que se encuentres en el Nuevo Mundo termina en mis manos. ¿Entendido?"

"¿Qué tal si la lanzo en el océano cuando haga lo mismo conmigo, en su lugar?" Law respondió rotundamente, poniéndose de pie y sacudiéndose la arena de su pelo y el torso. "Lo que sea que me ahorre la molestia de oírla gritar en el oído a primera hora de la mañana, o busque otra cosa para lanzarme que no sea arena. Y sus deudas no tienen sentido para mí, los dos lo sabemos, así que guarda tu aliento con esas amenazas vacías"

Los ojos de Nami se estrecharon mientras por su tono duro, aunque ella no se volvió hacia él. Podía escuchar que estaba cansado, después de permanecer despiertos toda la noche mientras ella dormía cómodamente unido a su lado sólo para que ella despertara gritando a él. Sin embargo, había dureza por debajo de sus palabras que le había preguntado si esa fue la verdadera razón de su mal humor. Su paciencia había obviamente corrido lejos a causa de ella. Teniendo en cuenta todo a lo que había sido sometido desde que lo encontró, probablemente era de esperarse. Por más tranquilo y relajado que estaba la mayor parte del tiempo, incluso él tenía sus límites, sobre todo cuando se trataba de su tripulación.