Dispersos

CAP 34: An ending and a new beginning

-Nami fue despertada por una mano deslizándose sobre su espalda y labios agitándose sobre su hombro. Era suave, podía decir que no quería ser despertada por completo, pero aun así no pudo evitar el contacto. Ella hubiera dejado de adormilarse si no creara en su estómago una reserva de calor y un deseo de más.

Con un suave gemido, hundió la cara en la almohada y luego se dio la vuelta hasta que su espalda estuviera apoyada contra su pecho. Su mano se arrastró sobre su estómago antes de envolverse firmemente alrededor de su cintura para abrazar con fuerza contra él.

"Buenos días," susurró medio dormido, con los ojos todavía negándose a abrirse, incluso cuando sintió que él se inclinó hacia arriba para presionar otro beso en la mejilla.

"Buenos días," Law contestó. Su voz era un poco peligrosa, debió de haber despertado solamente un poco antes que ella.

"Mmm, esto es mucho mejor que mirar fijamente", bromeó.

Se rio, besando el borde de su sonrisa, y luego se sentó en la cama detrás de ella, enterrando su cara contra su espalda. "Lo tendré en mente."

"¿Cómo has dormido?" Su sonrisa creció cuando sintió otro beso en la espalda, ahogando su risa para que no se detuviera.

Tarareó en respuesta, demasiado ocupado saboreando su piel para decir algo, pero se imaginó que significaba que durmió bien. Parecía estar en un buen estado de ánimo, por lo que era probable que no tuvo ninguna pesadilla.

"Probablemente deberíamos levantarnos pronto," sugirió ella, causando que apretara su agarre.

"No quiero", dijo con petulancia, y finalmente dejó escapar la risa que había estado conteniendo.

"Tora-o," arrulló mientras gira hacia él. Lo oyó gruñir a su movimiento y abrió los ojos una vez que se resolvió a verlo con el ceño fruncido mientras tiraba de ella hacia atrás contra él, tratando de ponerse cómodo de nuevo. "¿Tienes resaca?"

"Hm," gruñó, inclinándose para robarle un corto beso. Se apartó para inclinar su frente contra la suya, finalmente, sonriendo de nuevo. "Lo he tenido peor." Ella se rio en voz baja mientras su pierna se envolvió sobre su cadera dentro de las suyas y su mano apretó contra su espalda baja, atrayéndola aún más cerca. "Estoy empezando a pensar que tú y Zoro-ya tiene hígados inhumanos para poder beber mucho"

"Espero que no esté planeando diseccionarme para averiguar", bromeó.

"Hmm, bueno, tú no..." Sonrió. "Pero es bastante tentador con Zoro-ya."

Ella se rio y golpeó su hombro. "Siempre y cuando lo pongas todo su cuerpo junto otra vez, supongo que no puedo quejarme."

Su risa terminó cuando él se inclinó para otro beso. El brazo que había empujado debajo de las almohadas se trasladó a enrollarse alrededor de su cabeza, sus dedos se clavaron en su cabello mientras se separaba, sólo lo suficiente para respirar mientras buscaba sus ojos, y luego la besó de nuevo. Era más perezoso que la noche anterior, pero no había menos emoción. Se sentía aún más apasionado, como si estuviera saboreando cada segundo sus labios estaban conectados. Ella se imaginó que así era, sobre todo si tendrían que separarse de nuevo pronto.

La tristeza se deslizó en su mente mientras se preguntaba si esta sería la última mañana que despertaría así. Ella sabía que haría todo lo que pudiera para volver a verla, pero el Nuevo Mundo era un lugar peligroso, no había manera de saber lo que podría ocurrir después de la separación.

"No me iré," susurró contra sus labios, como si hubiera leído sus pensamientos. Su expresión debía de haberle dicho; sus ojos parpadearon rápidamente, sintiendo el temprano indicio de lágrimas contenidas. Él la atrajo más, apretándola con el brazo en su espalda que se movía hacia arriba para aplastarla contra su pecho. Se sentía más caliente, un fuego cómodo envolviéndola mientras él lanzaba un profundo suspiro y volvió a besarla.