Cherish 🌻

🍒 Satisface 🍒

Buck ahora estaba sumamente nervioso, al ver a Steve actuar tan tranquilo le desesperaba un poco. Sus manos sé movían con rapidez mientras esperaba sentado en el mismo sillón en el que Steve esperaba a sus padres. Quizá eso era un poco de karma.

---Cariño, que le voy a decir cuando la vea?

---Sólo se tú amor --- El rubio le veía, tranquilo. Pero por dentro ahogaba las risas que le provocaban al ver a Bucky de la misma manera que el hace apenas un día.

---Imposible, soy un idiota cuando me pongo nervioso amor.

---No te sucederá, lo sé.

James le era imposible ocultar sus nervios, sin embargo cuando la madre de Steve llegó, fue como si nunca los hubiera tenido. Shara al ver la enorme y grandiosa mansión de los Barnes, sólo pudo pensar en Steve.

---Señora mucho gusto, me llamo James Buchanan Barnes. El futuro esposo de su hijo.

---Wow, se nota. Eres todo un caballero, justo como mi Steve.--- Shara aún no podía creer que su hijo se casaría con un hombre.

Steve aún no podía creer que ese era su novio, el mismo que minutos antes temblaba de los nervios y preguntaba como actuar. Sin embargo, continuó hablando tan amable como siempre, y platicando como se habían conocido. El nerviosismo de Bucky en sus palabras no se notaba, pero era muy por las cosas de las que hablaba.

---Señora, su hijo es espectacular.

---Lo sé James, tiene muy bien corazón--- El castaño susurró algo que Shara no escuchó, pero el rubio por el contrario se alarmó. Y básicamente era "coge tan bien".

Steve ahora estaba forzado a escuchar a detalle las palabras de su novio, con la mano preparada para tapar su boca en caso de ser necesario. Finalmente los padres del castaño fueron presentados a Shara, ambas madres llevándose de maravilla. Casualmente teniendo varios gustos en común. Todos juntos fueron invitados a cenar a un restaurante muy fino, llevados por los organizadores de la boda, todos gente de mucho dinero.

Shara al fin con el alma en paz, lograba ver como la felicidad de su hijo era radiante. James era la opción perfecta para Steve, todas sus actitudes eran tiernas y le era imposible quejarse del castaño. Se amaban, definitivamente era todo lo que esperaba de una pareja para Steve.

Al final de la cena, el rubio le insistía a su madre a quedarse la noche, sin embargo ella creía que era conveniente estar separados. Necesitaban su espacio, después de todo eran prometidos.

Steve se vestía mientras el castaño le observaba. Realmente James aguantaba en lo más profundo sus ganas de follar ese cuerpo tan perfecto para él, delgado, pálido.

---Amor, tu madre sabe que no eres virgen?--- El asombro de Steve fue muy claro, no esperaba una pregunta así. Aclarándose la garganta respondía.

---Obvio no...la tuya?--- El castaño con descaro le decía.

---Sé que lo sospecha, tal vez ya lo sepa. Pudo enterarse gracias a los sirvientes o mucamas.

El rubio se acostó encima de James, acariciando su pecho, mientras le miraba a los ojos. Bucky trataba de contenerse, concentrándose en lo celeste de sus ojos, ignorando las caricias de su pecho, las cuales bajaban a sus pezones. Steve los masajeaba con delicadeza, mientras le seguía mirando, inocente. El rubio montó su cuerpo en las piernas del castaño, frotándose. En su mente el castaño maldecía a su pareja, solo lograba que su cuerpo reaccionara. Una leve erección le apretaba los pantalones.

---Ste-Steve que haces? Sabes que no podemos.--- Al rubio le importaba poco, Steve sólo quería sentir su interior lleno. Al borde de los gemidos, de nuevo se frotaba, con más fuerza, provocando jadeos de James, chocando con la erección del castaño, sintiendo un placer gigantesco.

---Nada realmente Buck, sólo...--- susurraba en su oído.--- quisiera que por hoy--- El rubio hablaba, metiendo su mano al pantalón de Bucky. --- me hicieras tuyo...completamente tuyo.

Steve le hacía caso omiso a las súplicas de James, quien igual de impaciente; deseaba con todas sus fuerzas hacer el amor con el rubio. Mientras Steve bajaba la cremallera del pantalón azul de Bucky, besaba con violencia sus labios. Descubriendo el miembro del castaño, quien al no traer ropa interior; saltó al ser descubierto con un pequeño rebote, causando una ligera risita en Steve.El rubio masajeó el miembro de James, mientras depositaba ligeros besos en el glande.

Steve nunca estaría más satisfecho de su novio, le complacía como nunca nadie podría hacerlo mejor. Ese pene tan glorioso, lo disfrutaba siempre, su sabor, tamaño. Todo; aún el castaño sin hacer nada, el rubio gemía placenteramente mientras ahora lo chupaba. Introduciendoló con inquietud de sentir todos sus fluidos entrar por su garganta, penetrarlo con rudeza. Ahogándolo con su semen bajando ardiente en su tráquea.

El castaño le compació, lentamente le embestía con la poca cordura que tenía, a ambos les era imposible contener sus gemidos. Jadeantes, James hundió haló del rubio cabello de Steve, obligándole a meter por completó su pene en la cavidad del menor. Gemidos más altos inundaban la antes silenciosa habitación, mientras la cadera de Buck tomaba ritmo, fuerte y nada gentil. Dispuesto a dejar al rubio sin caminar por días. El clímax le llegó, una abundante y espesa corrida le complacía al rubio, sintiendo por su tráquea bajar el amargo sabor de su semen, saboreando. Seguido de eso, ninguna palabra fue dirigida, simplemente gemidos y jadeos. El rubio estaba siendo complacido aún más, su amado le hacía el amor justo como el lo quería. Cuanto lo necesitaba sentir dentro. Entre tanto placer, lo único que Steve lograba entender de las palabras de su novio. "Ya eras mío, desde que te ví, fuiste mío. Siempre serás mío."

Gloriosamente el castaño se vino en el interior de Steve, haciéndolo aún más suyo. Una vez terminaron, ambos fueron presa de la noche y el sueño, la mansión permanecía en completo silencio, tan sólo se escuchaban los tiernos arrumacos de la pareja antes de dormir. Tan sólo ellos dos, siendo más felices que nunca.