Cherish 🌻

Capítulo II

El aspecto de James hacia que todos pensarán que era un chico rudo , brabucón y sobre todo peligroso. Pero de echo era todo lo contrario, dulce amable y cariñoso ; eso era lo que Steve pensaba en su corta semana de conocerse. En tan sólo esa corta semana los rumores y molestias de parte de sus otros compañeros eran ya presentes. Principalmente Tony.

-¡Vaya!, pero si miren quien llegó!!, el rarito y su novio.

-Cállate Stark- eran las únicas palabras que los gemelos cruzaban con Tony.

-¡Wow! Ustedes deberían de ser sus hijos, son igual de raros.

Tanto la pareja como los gemelos estaban hartos de Tony, y claro sus otros amigos, Clint, Natasha y Rhodey, quien se encargaban de hacer la vida imposible a cualquiera que vieran, ganándose el disgusto de todos.

Pasadas las clases Wanda y Pietro se despidieron de Steve y James , quien antes de ir a su casa, el castaño lo invitó a un café . Ambos una vez pidieron un cappuccino comenzaron a platicar.

-Entonces James...o prefieres que te diga Buchanan?

-No tengo ningún problema en que me digas James.

-Y si... te digo Bucky?, diminutivo de Buchanan... te gusta? -el castaño sé quedó pensativo, haciendo dudar a Steve de que le había gustado.-

-Me encanta- la sonrisa que le dedicó al rubio era una de las que mataba virginidades según Steve.

Sin darse cuenta, las horas habían volado y caía una tromenta espectacular, los rayos la hacían ver peligrosa.

- está lloviendo mucho, quieres que vayamos a tu...

-¡¡No!!.... d-digo no.- James se sorprendió de la manera en la que Steve había contestado,  un chico tan lindo y delgado tenía una voz tan potente y gruesa?, cada vez le gustaba más ese delgaducho.

-Tranquilo, no te haré daño.

-P..perdón es que...mi casa no es el mejor lugar para que vayas, n-no quisiera que té hicieran daño. -Ahora el rubio se estaba preocupando por él?

-Ya veo...quieres contarme?

Steve ahora tenía un sonrojo de pena.

-Cuando era pequeño...mi padre era muy malo conmigo, golpeaba a mi madre y yo me ponía enfrente para que no le hiciera daño...pero un día el golpe que me dió...me dejó con problemas de sordera. Por eso tengo esto.- Dijo señalando a su aparato auditivo- Tuve que mudarme con mi tía, pero ella es igual. No quiero que te veas enredado en ese ambiente.-Los sollozos del rubio ya eran presentes. El castaño lo envolvió en sus brazos, brindandole paz, amor y cuidado.

-Tranquilo, ya estoy aquí y conmigo nada te va a pasar.

Su abrazo se volvió cálido y correspondido. Steve se sentía... como en casa, el cuidado y amor que nunca pudo vivir, lo estaba sintiendo justo ahora. Sabía que el había llegado para finalizar su infierno. Y lo único que no quería era que el castaño se fuera de su lado.