Capitulo 13: Descubrimiento

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Albafica y Agasha habían llegado cerca de la parte este del templo de Aries para conversar sin problemas. Agasha sentía que en cualquier momento tropezaría en el camino. ¿Por que alguien como Albafica, quien es un ser bello y perfecto, siquiera se acercaría a ella? ¡¿Por segunda vez?! Debía reconocer que fue bastante osado cuando lo retuvo conversando en su casa para que Tenma y Sasha pudieran disfrutar del festival, pero también muy agradable y sin duda la mejor noche de su vida al poder conversar con el señor Albafica. Pero ahora no podía evitar sentir miedo y mucho nerviosismo a lo que sucedería.

-S-Señor Albafica- se animo a hablar la castaña. -¿Que es lo que quería conversar conmigo?-.

Albafica tomo aire, se dio la vuelta para encararla, y al segundo siguiente se culpo de no tomar mas aire. Agasha traía puesto un vestido diferente al normal: era de un color blanco y de tela fina que se apegaba bien a su piel y mostraba que no era ninguna plana y tenia como decoración la flor que Albafica le dio hace tanto tiempo.

Ese vestido era un regalo que Sasha le obsequio por su complicidad en el día del festival, decidió usarlo esta noche por que era una importante y hasta cierto punto glamorosa, por lo que quiso usarlo, al igual que por un segundo pensó que podría llamar la atención de su amado Albafica con ese vestido.

Albafica sintió mas nervios que antes por lo preciosa que se veía la joven, no pudiendo evitarlo, recorrió con la mirada el cuerpo de la joven, el era mas alto que ella por mucho.

Al darse cuenta que no había respondido la pregunta de la joven, decidió hablar.

-N-Necesitaba hablar contigo, y no quería que alguien nos viera conversando e interrumpiera- eso ultimo lo dijo con Manigoldo en la mente, ese tipo siempre interrumpía las cosas.

Agasha se sorprendió al oírlo decir que quería hablar con ella, también pudo notar cierto nerviosismo en el Santo, quizás aceptar el vestido de la diosa fue bueno después de todo.

-Quiero hacerte un pedido especial. Me gustaría que llenaras la parte delantera de mi templo con flores diferente a las rosas- pidió, su rostro era de expresión calmada, pero en el su mente se imaginaba golpeándose con una pared por tan absurdo pedido.

¡¿Por que diablos había pedido eso?! Lo que quería decirle era si podía charlar un rato, pero tuvo que sacar ese tema como primer lugar. Ya no volvería a decirle a Manigoldo o Regulus que pensaran bien sus palabras, porque ni siquiera el era capaz de hacerlo.

Mientras que el se andaba auto-castigando en su mente, Agasha estaba confundida por la petición de Piscis. ¿Por que pedirle si el tiene un campo lleno de las rosas mas hermosas que existen?

-Pero usted tiene un gran campo de rosas muy hermosas detrás de su casa, no hace falta que me pida algo como eso-.

Albafica suspiro, el había empezado esto, por lo que tenia que terminarlo.

-Esas rosas sirven como protección del Santuario, no puedo moverlas de su lugar ni siquiera a una. Además, no estaría mal ver un tipo de flor diferente en mi templo- eso era cierto, a veces se aburría de ver siempre rosas en su templo, no importa que la gente diga que son hermosas, el también llegaba a considerarlas de igual manera, pero muchas veces se aburría de ver el rojo de estas.

-¿Pero no se marchitaran con el veneno de las rosas?- Pregunto la castaña, ella ya conocía lo letal que podía ser el veneno del Santo de Piscis, incluso una vez se acerco a una de las rosas para admirarla y tocarla, pero fue detenida por el bello hombre que le grito que se alejara aquella vez.

-El veneno de las rosas solo cubre la parte trasera de mi templo, no llegaría hasta la entrada a menos que yo use mi cosmos para expandir su veneno-.

Cadenas de amor enlazadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora