Capitulo 4: Decisión

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Tenma se encontraba entre la espada y la pared, o en este caso, una rosa. En esos momentos es que deseaba que algún enemigo apareciera y lo sacara del aprieto en que estaba ahora.

-¿Y bien Tenma? ¿No vas a decir algo?- Pregunto Albafica serio, en verdad quería saber las intenciones que tenia Pegaso con su Diosa, y que no traicionara la lealtad que tienen sus compañeros.

-P-Pues yo que pensé que seria una buena que Sash- digo Athena- se corrigió, en este momento no era bueno hablar sobre su amiga con tanta confianza -Disfrutara del festival como una persona normal. Solo seria una noche y también aprovecharía de ver como la gente del pueblo lo celebra, ya que hasta donde se, nunca había estado en el festival antes ¿no?- Explico, rogándole al cielo que eso fuera suficiente para convencer al doceavo guardián.

Albafica analizaba las palabras de Tenma. Es cierto que Athena, desde pequeña tuvo que tomar el papel de diosa para la guerra santa que se aproximaba, y eso también conllevo a tener menos libertad para hacer, eso era algo que entendía mejor que nadie.

También le parecía adecuado que Athena socializara un poco con la gente del pueblo, aunque a el no le gustara el contacto con las personas, reconocía que poder salir de su templo y hablar con la gente sin tener que ser descortés todo el tiempo para que no se acercaran a el era algo agradable, y era correcto que Athena experimentara por si misma las festividades humanas, pero...

-Entonces los Caballeros Dorados podríamos acompañarla durante el festival-.

-No te ofendas Albafica, pero cuando alguien ve el color dorado se ponen tensos, no pueden disfrutar augusto y el festival se volvería una especie de gala algo formal- respondió Tenma.

Debía darle la razón a Pegaso. Siempre, cuando alguno de los dorados bajaban al pueblo con sus armaduras, la gente se ponía tensa y actuaban de manera correcta y respetable para no verse mal frente a la elite de Athena, era muy raro ver a alguien del pueblo comportarse informal cuando estaban ellos presente, a menos que estuvieran borrachos. Y frente a la Diosa Athena con mas razón habrá gente que no disfrute como lo hacen en todos los años por estar ella presente. Sabia de parte de Manigoldo, que los que mas disfrutan el festival son los que siempre beben como el.

Y aunque ese tipo de espectáculos era algo que el y ninguno de sus camaradas permitirían que su Diosa viera, también sabia sobre las otras atracciones, como el típico baile que se hace a media noche, y aunque no conviviera tanto con Tenma como la mayoría de sus camaradas, sabia que el joven era lo bastante noble y amable como para no permitir que Athena viera o se acercara a esa gente.

Cerro los ojos y se cruzo de brazos -¿Solo una noche?- Pregunto.

-¡Solo una noche!- Afirmo el ojimarron, viendo como estaba convenciendo al dorado.

-¿Pero solo son esas tus razones?- El pisciano abrió los ojos. Sabia que en estas situaciones, lo que mas había además de borrachos eran las parejas de enamorados, y si se llegaba, de alguna manera, enterarse esta pequeña escapada los rumores saldrían volando como polvo que los lleva el viento, y eso causaría problemas a Pegaso y a la deidad.

-S-Si piensas que es alguna cita te equivocas. Ya te dije que solo quiero que se divierta, se consideraría una salida de amigos- declaro en un susurro, aunque no sabia si intentaba convencer a Albafica o a el mismo en esa parte.

Con un suspiro de resignación volvió a cerrar sus ojos.

-Muy bien Pegaso, dejare que acompañes a la Señorita Athena a ese festival y yo mismo hare guardia esa noche para que no tengan inconvenientes- abrió los ojos denuevo y vio como la sonrisa del castaño aparecía en su cara.

Cadenas de amor enlazadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora