Epilogo: 10 Años Después...

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En uno de los coliseos secundarios del Santuario, se veían dos figuras entrenando en aquel lugar, una era mas grande que la otra.

-Vamos Aioros, lo hiciste mejor que esto la ultima vez- dijo la figura mas grande, que tenía cabello castaño y peculiares ojos rojizos.

Era Tenma, ahora mas adulto, portando su armadura de Sagitario entrenando a su discípulo.

-¡De acuerdo, maestro!- Respondió la figura mas pequeña que era un niño de 12 años de cabello castaño mas claro que el del adulto y ojos café.

El niño se concentro y reunió una gran cantidad de cosmos en su brazo derecho, golpeando con ese brazo al aire, lanzando una leve cantidad de esferas de cosmos que parecían eléctricas hacia una roca delante suyo.

La roca se derrumbó al recibir el ataque del niño, quién sonrió victorioso ante su logró.

-¿Vio maestro? Esta vez fueron más que la ultima vez- dijo Aioros emocionado.

-Así es, vas mejorando Aioros- felicito Tenma.

-¡Oigan!- Escucharon un grito infantil, al igual que unos pasos acercarse a ellos.

Vieron a la entrada del coliseo, viendo entrar a un niño de 6 años, cabello castaño y desordenado, ojos de color chocolate, y una sonrisa vivaz.

-Seiya, ¿qué haces aquí? Deberías estar entrenando con el resto de aprendices- dijo Tenma algo sorprendido.

-Me escape- fue la respuesta del niño, que tenia una sonrisa traviesa en su rostro. -Quería entrenar mas tiempo con usted, maestro- miro a Tenma.

Tenma y Aioros suspiraron por esa respuesta.

-Eso no esta bien Seiya, si te escapas de los entrenamientos nunca serás un caballero- regaño Aioros al menor.

-No te preocupes por eso Aioros, por faltar solo una vez no hace daño, recuerda que sigo acostumbrándome a estar aquí- respondió el castaño menor.

Tenma observó a los dos niños discutir divertido, ambos eran sus discípulos, y a los dos los encontró de manera diferente, pero a la vez igual.

A Aioros lo encontró hace seis años en una aldea que fue destruida por los espectros y recién estaba volviendo a la normalidad, lo encontró robando en un puesto algunas frutas y cuando lo siguió para que las devolviera y se disculpara con el vendedor, se dio cuenta que las había robado para su hermano menor, Aioria, al igual que noto el cosmos de ambos ya estaba despierto.

Cuando les hizo la oferta a ambos hermanos para que lo acompañaran al Santuario ellos no dudaron, cuando los llevo ante el Patriarca, el noto que el cosmos de ambos era para ser entrenado como Caballeros Dorados, siendo así como Aioros se volvió su discípulo y su hermano el de Regulus por ser el menor de signo Leo.

Con Seiya fue mas reciente, lo encontró hace un par de meses cuando viajo al occidente por una misión de un señor feudal llamado Mitsumasa Kido sobre un atentado de rebelión. El ayudo a derrotar a los guerreros de los altos mandos que quisieron derrocar al hombre, pero en ese viaje se dio cuenta que uno de los hijos de Mitsumasa, que no era otro mas que Seiya, tenía rastros de cosmos diminutos en el, significando que había despertado su cosmos hace poco.

Fue difícil negociar con el señor feudal, pero lograron llegar a un acuerdo para que el se llevara a Seiya a entrenar al Santuario, tampoco el niño tuvo problemas en ir, ya que no soportaba la presencia de su padre que ni siquiera lo llamaba como tal.

Aunque su hermana, Seika, una joven idéntica a Seiya, a excepción de su caballero que era naranjo, no quiso que su hermano se fuera, por lo que Tenma también la llevo consigo, sirviendo como doncella personal del templo.

Cadenas de amor enlazadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora