Taehyung se encontraba caminando por los pasillos de su escuela en dirección hacia su siguiente clase que resultaba ser gimnasia, su clase preferida. Taehyung siempre fue amante de los deportes porque la ayudaban a liberar todo tipo de tensión que retenía en su cuerpo, la relajaba además de distraerlo de todos sus problemas y ahora más que nunca lo necesitaba. Después de su conversación con Jihoo nada había sido distinto, de vez en cuando conversaba con los chicos pero no siempre ya que también debían dedicarle tiempo a Jungkook ahora que ambos ya no son amigos. Taehyung encontraba eso algo injusto, que por su culpa sus amigos tengan que dividir su tiempo encontrándose en medio de ambos solo porque el mintió. Con respecto a Jungkook, él ahora la evitaba más que nunca, parecía como si nunca hubieran sido amigos, como si nunca hubieran si quiera intercambiado alguna palabra, él ni siquiera lo miaraba cuando de casualidad pasaban por el mismo pasillo, sus miradas no habían coseguido cruzarse ni una sola vez a pesar de que Taehyung no dejaba de mirarlo sabiendo que Jungkook sentía su mirada. Eran unos completos desconocidos.
Taehyung hizo una mueca mientras caminaba al darse cuenta de ese hecho. Actuaban como unos extraños que nunca se habían visto ni una vez en su vida. Taehyung quería mucho a Jungkook pero estaba esperando el momento adecuado para acercarse, y en estos dos días que habían pasado todavía no llegaba dicho momento. Su madre le había preguntado más de alguna vez si algo le sucedía pues la notaba muy deprimido y sin ánimo hasta que Taehyung terminó contándole toda la verdad puesto que pensó que si Jungkook y sus amigos ya lo sabían su madre tenía el mismo derecho, además no tenía el temor de que fuera a dejarlo aunque quisiera, así que no perdía nada con confesar la verdad.
—¿Hetero? Hijo, esa ha sido la excusa más creativa que he escuchado que han dicho para rechazar a un chico —le había dicho su madre en el momento en que terminó de hablar. —Yo sabía que Jungkook sentía algo por ti, se le veía por la forma en que te miraba siempre que veías para otra dirección. Me sorprende que siendo mi hijo no lo hayas notado antes.
Taehyung agradeció que su madre lo tomará con humor en vez de castigarlo como pensó que lo haría. Hasta le dio consejos de como arreglar las cosas con Jungkook, diciéndole que debía ir algún día de estos a su casa y pedirle hablar quiera o no porque si seguía esperando quizás el momento nunca llegaría y perdería por completo a Jungkook.
Taehyung sacudió su cabeza antes de entrar en el gran gimnasio de la escuela. Llebaba ropa deportiva y uno conver . Taehyung no entendía el por qué las chicas se arreglan tanto para hacer gimnasia si saben que después terminarán todas sudadas.
Al poner un pie en el gimnasio inmediatamente comenzó un partido de voleibol con sus demás compañeros no sin antes haber corrido los diez minutos que la profesora ordenó. Era su equipo contra el de Mingyu, o como el los llamaba "el equipo de las sin neurona", todos plásticos y superficiales, básicamente eran los dobles de Mingyu . vestía unos pantalocillos demasiado cortos y una ramera de deporte, y sus pies estaban cubiertos por unos convers negros, además de que como siempre llevaba la cara bañado en maquillaje.
—Te ganaré como siempre lo he hecho, Kim —le dijo Mingyu en el momento en que se colocó en frente de el.
—Ya lo veremos —susurró Taehyung mirándolo fijamente.
El juego comenzó. Estuvieron saltando de un lugar a otra sin detenerse, transformandose en una competencia entre Taehyung y Minhyu para ver quien era lo que se rendía primero y claramente ninguno de los dos pensaba en hacerlo. Taehyung podía llegar a ser muy competitivo más aún con Mingyu.
—¿Sabes? Saldré con Jungkook este fin de semana —comentó Mingyu antes de que Taehyung logrará elevar la pelota y sacar. Se detuvo en seco y la miró.
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MI MEJOR AMIGO ES HETEROSEXUAL
FanfictionYA VUELVO CON UNA NUEVA HISTORIA QUE ESPERO QUE LE GUSTE MUCHO Y LE DEN MUCHO AMOR SE LO AGRADE SERIA MUCHOOOOOO