Vigésimo: Colegio Cerrado

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Se había quedado dormido, y no le habían despertado, pues en el baño, se había encerrado.

Y no rimo porque esa sea mi intención, sino, para llamar tu atención, y leas esta redacción.

Otra vez le habían hecho llorar, y aunque a dirección los hizo llegar, nada ha podido lograr, y le han vuelto a pegar.

Y es así que, con un ojo morado, se dispuso a salir del baño, acojonado, pues no oía ni una voz, y eso lo tenía asustado.

Salió al pasillo y recorrió, todo el edificio en su gran dimensión; aunque antes apenas salía del salón, ahora por todo el lugar caminó, tal y como si fuese un fisgón.

En la biblioteca se dispuso a leer, y en las letras se fue a perder, sin darse cuenta, de que eso le ha hecho distraer. Distraer de su fin, el cual era llegar a presceptoría, y llamar a su madre al fín, pero a esta oficina, se le ocurrieron cerrar con llave ese día.

Un nuevo día escolar comenzó, y la puerta del instituto por fin se abrió, dejando entrar a sus compañeros, quienes le hicieron preguntas, a lo que él respondió:

—Me quedé dormido y encerrado, pero me dí cuenta, de que no odio tanto el colegio, como yo había imaginado—.

📖Pequeñas Historias📖 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora