Como advertencia, en este capítulo se describe con más detalle un enfrentamiento con zombies, por lo tanto se habla de sangre y demás cosas relacionadas.
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Hay tantos. Una manada. Tiene tal vez un minuto hasta que lleguen a la casa, razón por la cual deja caer los libros de sus manos y corre por las escaleras, bajándolas de tres en tres, aterrizando en la parte inferior.
Su espada está fuera y en sus manos cuando pasa por la puerta principal, y se estrella contra un cuerpo. La mujer grita, y le agarra el brazo y se lo lleva a la boca, pero la hoja afilada de Renato atraviesa su cráneo antes de que ella pueda morderlo. Y ni siquiera tiene tiempo para detenerse y reaccionar. Él la empuja para que ella se deslice de su espada y caiga por los escalones, y luego corre hacia el granero.
Cuatro de ellos le bloquean el camino, pero Renato los saca fácilmente. Sin embargo, los sonidos llenan el aire; gemidos y gritos. Renato se pregunta dónde diablos está Gabriel.
—¡Gabriel!—grita Renato, corriendo hacia adelante. Se tropieza con un cuerpo y cae con la espada todavía en su mano. Su codo palpita y su cara golpea la tierra. Siente que la katana le corta la pierna, pero no es importante. Levantarse de nuevo es prioridad, así que eso es lo que intenta hacer, justo cuando algo se agarra a su pierna.
—¡Renato!
Es Gabriel, por supuesto que es Gabriel, pero Renato no puede ir hacia él porque está luchando por sacar al muerto de su pierna, y está tratando de agarrar su espada, pero no puede porque sus dedos están cubiertos de sangre resbaladiza y la espada queda atrapada debajo del cuerpo de la otra persona sin vida. Tiene los ojos grandes y pálidos, y la piel de la mitad izquierda de su cara se ha ido, revelando huesos y carne y es jodidamente grotesco.
Renato le da una patada con la pierna que no está atrapada debajo de su cuerpo, la parte inferior de su zapato se conecta con la nariz. El sonido de un aplastamiento de huesos hace que la bilis suba por su garganta, pero sigue pateando, incluso cuando la cabeza de quien intenta morderlo cede, hasta que una patada más fuerte y bien dirigida hace el truco, y la cosa deja de retorcerse encima de él.
Renato se pone de costado y se levanta. Agarra su cuchillo justo a tiempo para sacar otro mientras el sonido de los disparos llena el aire, pero aun así Renato gira, tratando de averiguar donde está Gabriel.
El castaño está entre el auto y la casa. Gabriel está entre el auto y el granero, y ahora hay muchos de ellos, y todavía hay muchos acercándose. Al menos hay veinte en el camino de Gabriel, pero él los está eliminando constantemente, disparando en sus cabezas. Renato estaría impresionado si no estuviera tan aterrorizado. Se siente frío y tembloroso por todos lados.
El olor de los muertos lo rodea, porque ahora está cubierto de sangre y está rodeado por sus cuerpos. El olor es horrible y potente.
Ellos siguen viniendo. Hay muchos de ellos por todos lados. Algunos vienen de la izquierda de la casa, otros de la derecha. Renato retrocede, con ganas de dirigirse al auto. No puede, porque Gabriel está atrapado. Estaba más cerca de la manada, el granero está situado un poco a la izquierda y detrás de la casa. No hay manera de que él pueda hacerlo. Hay demasiados. Los muertos crean un muro impenetrable que los separa a los dos.
A Renato no le importa. Se está moviendo hacia Gabriel de todos modos y mira como uno de ellos agarra a Gabriel por detrás. Su grito de advertencia llega demasiado tarde, pero Gabriel usa el cañón de la pistola para aplastar lo que sea y luego gira y se enfrenta a Renato. Sus ojos se encuentran por un momento que no podría haber durado mucho tiempo, pero se siente como si lo hubiera hecho. Gabriel le está diciendo que se vaya, y entonces le avienta las llaves del auto.
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Mal Momento
Action-ADAPTACIÓN- Renato prefiere estar solo. Es más fácil sobrevivir cuando no tiene que preocuparse por nadie más. Gabriel encabeza a un gran grupo de personas que han residido en una prisión abandonada. Cuando Renato se despierta en una celda, todo en...