Chapter 7:¿Reconciliación?

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"En otras palabras, estás más jodido que Paris Hilton en una orgía."

Aquel elocuente comentario sólo podía provenir de una persona; Kenny McCormick.

"Ugh, ¡asco, tío!"

Bueno, al menos había conseguido una respuesta por parte del pelinegro.

Desde que lo había encontrado tirado en el suelo en medio de la sala de su casa cuando regresó a la vida luego de morir aplastado por una máquina de videojuegos, Stan había estado actuando como una especie de zombi; ni siquiera pudo convencerlo de llegar a su casa por lo que tuvo que llamar a casa de los Marsh y hacer la actuación de su vida para que lo dejen quedarse en su casa.

Con trabajo pudo llevarlo a su cuarto para que duerma en la cama y no en el suelo. Y tuvo que hacer un milagro para que asistiera a la escuela ese día. De hecho, iba a llevar puesta la misma ropa que tenía el día anterior, pero Kenny le había prestado al menos una camisa para cambiarse (que decía '¿Me haces LOCH?'). Además de haber tratado el ojo morado que Kyle le había dejado.

Sabía que se lo merecía por ser tan idiota, pero resultaba tan patético que sentía pena por él.

"Bueno, es la única manera de que digas algo, tío." Dijo Kenny poniendo las manos detrás de la cabeza. "No sé que hacer, ya me estás empezando a asustar."

Stan gruñó.

"Todo esto es tu culpa, Kenny." Replicó mientras entraban a la escuela. Stan miraba hacia todos lados casi tan paranoico como Tweek, al parecer por si veía a cierto pelirrojo... o quizás para evitarlo.

"¿Eh? ¿Y eso por qué?" Dijo el rubio ofendido.

"Se suponía que tú ibas a hablar con él antes de que él hablara conmigo." Acusó. "¡Se suponía que ibas a calmarlo!"

Kenny soltó una risa nerviosa.

"Ah, cierto, ¿huh?"

Stan giró los ojos.

"Menudo amigo que resultas."

"Bueno, Stan, amigo, debes saber que a veces hay ciertas cosas que la vida, ciertas circunstancias que uno no puede evitar... que simplemente pasan. Caminos que hay que seguir para no crear una curvatura en el tiempo y el espacio que posiblemente causarían la destrucción del planeta..." Su tono era bastante convincente, y el hecho que usara palabras tan sofisticadas lo hacían creíble.

Y hubiera seguido de no ser que un menudo chico de cabellos rubio claro se acercó justo en ese momento.

"Oh, K-Kenny, ¿t-te encuentras b-bien?"

"Claro, ¿por qué no habría de estarlo?" En un segundo, Kenny había olvidado a su amigo pelinegro y mágicamente ya se encontraba a lado del otro chico.

"U-um, bueno, l-luego del accidente, p-pues, me preocup-pe..." respondió retorciéndose un poco las manos.

Kenny parpadeó un par de veces.

"¿En serio?"

Butters asintió tímidamente. Y de haber tenía la capucha de la parka abajo, podrían haber apreciado una sonrisa tonta en el rostro de McCormick.

"Me halagas."

"O-oh, lo siento."

"No, no." Kenny rió ligeramente. "Está bien, gracias."

"O-oh." Butters sonrió. "G-gracias también, p-por lo de a-ayer."

"No hay problema, podemos repetirlo cuando quieras." De un momento a otro su brazo ya estaba rodeando los hombros del otro chico.

No soy maricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora