CAPITULO 3

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Sus labios, aún podía sentirlos después de una semana sentía aún ese calidez. Esos labios, ese beso que me a robado el sueño. Aún tenía esa noche en la cabeza, los recuerdos estaban cada noche como un sueño.

Las calles estaban vacías, era normal es de madrugada. Creo que las únicas locas a estás horas, éramos nosotras. Me detuve cuando vi el semáforo color rojo, miraba con aburrimiento el semáforo. Me abrazaba por el frío que calaba cada centímetro de mi cuerpo, encendí el aire acondicionado del auto. El semáforo se puso en verde intente encenderlo, pero nada no arrancaba. Golpe el volante haciendo sonar la bocina, mire a Irene por suerte aún estaba dormida. Baje del auto mire para ver si venía un auto y no, caminé hacia el frente del auto. Miraba todo el motor pero no encontraba nada extraño o fuera de lugar, entre de nuevo al auto. Parecía no querer encender y eso me desesperaba, salí del auto de nuevo. Le di un golpe fuerte en la parte delantera.

- Auch - me senté en el auto, bueno encima de la parte donde le pegue.

No había ni una alma, nadie hiba a pasar por aquí. Y si alguien pasará es porque ese alguien me haría algo malo, no solo a mi también a mi amiga. Suspiré y sobe mis brazos intentando entrar en calor, cansada me acerque a la puerta con paso lento. Cuando hiba a abrir la puerta unas manos en mi cintura hicieron que me sobresaltara, me quedé helada por el susto. Me hicieron girar y un cuerpo masculino se encontraba frente mío, su rostro no lo podía ver tenía una capucha que le ocultaba parte del rostro. Tenía también un cubre bocas color negro, así menos podría verle el rostro. Baje un poco la mirada, parecía que lo escaneaba. Sus piernas estaban envueltas en un ajustado pantalón, tenía aún alcohol en mi sistema. Parecía que me hacía una mala jugada, la vista la tenía un poco borrosa sus piernas eran tan parecidas a las del chico de la barra de la fiesta. Sus manos me sujetaban con firmeza la cintura, eso me hizo regresar a la realidad. Con una mano bajo un poco ese cubre bocas, pude ver sus labios finos. Sin poder evitarlo, me beso. Abrí los ojos como un par de platos, sus labios se empezaron a mover de manera tímida. Moví mis labios lentamente, intentaba seguirle el ritmo. Cerré los ojos, mis brazos quedaron inertes a cada costado de mi cuerpo.

El beso se profundizó un poco, se separó y luego se alejó. Aquel chico de capucha negra y con una chaqueta de cuero se alejó, se fue sin mirar atrás. Se alejaba llevándose mi primer beso. Lleve una de mis manos a mis labios, con los dedos toque mis labios. Cerré los ojos, parecía que aún sentía sus labios sobre los míos. Entre al auto rápidamente y está vez si encendió el auto, raro lo sé.

Desde esa vez durante la semana no dejaba de pensar lo, no dejaba de soñarlo.

Estaba sola, Irene no había venido a la universidad. De vez en cuando me gustaba estar sola, hoy era el día perfecto. Mire desde lejos a Hoseok mi hermano estaba con su típico grupo de amigos, Taehyung estaba a su lado ambos conversaban. Sonreían y de vez en cuando reían. Las imágenes de esa noche tampoco salían de mi cabeza, me atormentaban. No lo juzgaría por su orientación sexual, solo quiero que se sincero conmigo. Quiero saber si por lo menos tiene algo amoroso con su mejor amigo, si le gustaba o algo parecido. El chica de esa noche Jungkook apareció de entre ellos, sonreía y reía con sus amigos. Lo miraba, intentaba no ser descubierta. Lo miraba con cautela.

Regresando al chico que me allá besado esa noche no pude ver ni su rostro, solo recuerdo como estaba vestido. Y su aroma, su colonia era de un aroma fuerte no sabía cómo describirlo y estaba combinado con el olor a cigarrillo. Lo más gracioso es que su boca cuando me beso no tenía ese sabor, solo tenía un sabor dulce y tal vez un poco de alcohol. Era raro. Mire de nuevo a Jungkook y este tenía un cigarrillo en sus labios, se veía sexy. De repente su mirada cayó en mi, rápidamente baje la mirada. Mire un poco con disimulo y aún me miraba, tenía una ligera sonrisa. Me levanté y tomé mis cosas. Y me marché, lo miré de nuevo y este me seguía mirando. Deje de mirarlo y seguí con mi caminó.




(...)




Caminaba entre los pasillos, después de aver me ído del pateo hace un rato me fui a la biblioteca. El tiempo se me fue como el aire y eso hizo que la clase que tenía, la perdiera. Los pasillos estaban vacíos, no había ninguna alma. Todo en silencio, solo el sonido de mis pisadas. Estaba medio oscuro y eso lo hacía ver un poco atemorizante, una cabellera castaña salió de uno de los pasillos. Jungkook. Estaba recargado sobre la pared, tenía una pierna en la pared. Lo hacía ver de alguna manera intimidante y sensual, tenía por lo visto otro cigarrillo pero éste estaba apagado. Alzó la mirada y me miró, esa mirada me estremecía.

- Dae ¿Cierto? - pregunto cuando ya estaba lo suficiente cerca.

- Si, tú eres Jungkook el bartman de la fiesta de Taehyung - con una sonrisa asintió.

- Si, usualmente soy el dj. Pero esta vez quise estar en la barra.

- Oh valla - me quedé sin palabras.

Nos mirábamos mutuamente, el silencio reinaba. Solo nuestras respiraciones se escuchan, su cercanía me ponía nerviosa. De un momento a otro estaba enfrente de mi, solo unos escasos centímetros nos separaban. Nuestras miradas no dejaban la conección, su mirada bajo hacia mis labios. Mordí mi labio, su cercanía me embriagaba. Su aroma era tan exquisita tenía una combinación al olor a cigarrillo, era gracioso su aroma, su perfume era tan parecido al del chico de aquella noche. Este también tenía ese olor mezclado por el cigarro, que hace un rato había fumado. Su aliento tenía ese aroma a menta, era obvio que había masticado un chicle de menta.

- Tienes lindos labios - susurro con una ronca voz, su dedo índice delineaba mis labios.

- Gra-gracias - tartamude.

Sonrió mostrando una linda sonrisa de conejo, aunque una vez mi hermano dijo que tenía sonrisa de rata. La cercanía se hacía nula, su aliento y su respiración se mezclaban con el mío. Sus manos volaron a mis mejillas, me relami mis labios. El hizo lo mismo sin dejar de mirar mis labios, parecía que tenía la mirada pegada a ellos.

- Me tientas - murmuró.

- ¿A qué? - susurré.

- A besarte Hae Won.

Abrí los ojos sorprendída ¿Sabía mi nombre? Dios mío sabía mi nombre, no recuerdo a verse lo dicho. Al parecer entendió mi mirada al ver que me sorprendí.

- Hoseok nos a hablado de ti.

Abrí levemente la boca ¿Cómo es que mi propio hermano hablé de mi con sus amigos? Genial. Mordí mi labio un poco, su mirada recorría cada centímetro de mi rostro.

- Déjame besarte.

- Hazlo.

Su rostro se acercaba de poco a poco, sentía que con cualquier movimiento nuestros labios se rozarian. Sus labios finos se veían tan apetecibles, sentía unas inmensas ganas de besarlo. Santo dios, quería que me besara. En mi interior gritaba y suplicaba.

Por favor bésame ya, no me hagas sufrir. Bésame, bésame, bésame.

Pero el destino estaba encontra de nosotros, el sonido del timbre de la universidad nos sobresalto. Nos separamos, me hiba ir pero antes beso mi mejilla. Con una sonrisa en los labios se separó, se marchó caminando en el lago contrario. Mis mejillas estaban sonrojadas, estaban acaloradas. Caminé hacia mi siguiente clase y esta vez sí entraría, pero está vez tres cosas tenía en mente.

Uno: Casi besaba a Jungkook, amigo de mi hermano.

Dos: Debo de hablar con Hoseok, con mi hermano sobre lo que vi.

Tres: El chico de aquella noche que se llevó mi primer beso.

Jungkook, Jungkook tenía la misma estatura también tenían hasta el mismo tamaño del cuerpo. Sus labios eran tan similares a mi roba besos, su colonea junto al aroma del cigarrillo era parecidos. Eran tan parecidos, acaso Jungkook habrá sido el mismo muchacho.

¿Por eso me quería besar?
¿Por eso tenía esa necesidad de que me besara?
¿Por eso era tan parecido al aspecto?



Gracias linda por leer
JeonDulceAG

EL ROBA BESOS; Jeon Jungkook [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora