❝ Déjame realizarte❞.
Lo primero que hace Alexander al entrar a la casa de Washington y de Martha es decirles que se retirara a su habitación a dormir. Está agotado a pesar de que durmió una buena parte del tiempo. Ninguno de los dos señores se opone y lo dejan irse.
Al llegar a su cuarto, Hamilton se tira a su cama. Lee un poco, pero distraído y curioso por saber qué pasó con el francés, corre sus cortinas hacia la casa de un lado, con las rodillas apoyadas en su cama ve como éste sale a toda velocidad en su motocicleta, lejos. Suspira. Lee un poco más antes de quedar rendido ante Morfeo.
Luego de un par de horas, el cielo se ha oscurecido a través de sus cortinas y se levanta para lavarse los dientes, siente la boca pastosa. Camina con pesadez hacia la puerta de su habitación y sale de ésta. Afortunadamente en el piso de arriba justo a un lado de su cuarto, está el baño, cuando trata de abrir el pestillo, no lo logra. Alguien está adentro. Se dispone a esperar con un resoplido bajo. No pasa mucho cuando una joven sale.
Y, Alexander la reconoce de inmediato. Su aura es madura y bella. Angelica literal lo barre con la mirada. Pero de la forma más elegante y cautelosa que pueda existir en la faz del universo.
—Hamilton.
—Schyler.
Los dos se saludan con cortesía dándose la mano.
—¿por qué no has bajado a cenar? —cuestiona la chica apoyándose en la pared con suavidad. Pues claro, la familia Schyler ha de estar cenando con Washington y Martha —Eliza se puso su mejor vestido cuando nuestro padre nos comunicó que veníamos a cenar con usted… se ve decepcionada cuando no lo encontró abajo —los ojos de Angelica resplandecen. La mirada de la chica es sumamante intimidante. Alexander se encuentra abriendo la boca para responder cuando la Schyler niega con una mano —sólo trata de no romperle el corazón. —es lo único que dice mientras se dirige hacia las escaleras para ir hacia abajo caminando elegantemente.
—Angelica…
—No. Descansa el golpe de tu mejilla. No sé cómo te lo hiciste, pero se ve horrible —declara sin siquiera mirarlo. La morena sigue su camino sin esperar a que Hamilton responda.
El caribeño suspira y vuelve a su cuarto. A la mierda lavarse los dientes. Cuando se dispone a tomar un libro de las estanterias de una de sus paredes. Su celular comienza a sonar entre las sabanas de su cama. Alexander se apresura a tomar el aparato y el nombre de John aparece resplandeciente en la pantalla. Contesta.
—¿John?
—Alex, lamento estarte molestando pero… —la voz del pecoso suena apresurada y nerviosa —¿has visto a Lafayette? No ha regresado. Hércules y yo tuvimos que limpiar todo nosotros… ¿sabes en donde se ha metido?
—¿Uhm? ¡oh! —Hamilton gatea por su cama hasta llegar a la ventana. Vuelve a abrir las persianas y le echa un vistazo hacia la casa del francés. Todas las luces están apagadas y no hay rastro de su flamante vehículo—no está… en seguida de que me dejó se fue en su motocicleta.
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₊˚*・῾ Mírame | hamlaff°·*• ˎˊ-༄*
Fanfiction-Nunca supo lo que en realidad era Lafayette hasta que descubrió cada uno de sus secretos. Lafayette nunca supo quién era Alexander hasta que besó cada centímetro de su piel. /B o r r a d o r.