—L a f a y e t t e.
Lo primero que hace Lafayette la mañana en que despierta es caerse olímpicamente de su sofá.
Un dolor horrible se extiende por su espalda y dedica unos cuantos minutos en el suelo a maldecir a Thomas Jefferson y al día en que fue buena idea involucrarse con él.
Se queda un rato en el suelo, hasta que decide levantarse lo más rápido que puede de un traspié. Mira a su alrededor buscando su teléfono móvil hasta que lo halla debajo de su sofá, muy debajo.
La noche anterior, parece un sueño. Alexander pidiéndole sensualmente un beso es irreal. Pero Lafayette se siente orgulloso de no habérselo dado. Incluso un poco egocéntrico.
Oh mierda.
Por supuesto que tiene que ir a la escuela. Se le había olvidado completamente. Mira la hora, 7:49 Su primera clase es a las 8:00. Corre hacia arriba brincando a las escaleras de tres en tres para buscar ropa mínimamente formal o deportiva. Preferiblemente deportiva.
Nike encaja con él así que va en busca de su gran vestidor por ropa deportiva de esa marca mientras busca un buen reloj.
Lafayette ama vestir bien, no importa que vaya tarde.
Logra ponerse la ropa torpemente, y corre hacia el baño porque su cabello rizado es un desastre.
Debería haberse afeitado...
John, que tiene el cabello tan largo como él, le dio un consejo para atarlo rápido y de manera simple, pero Lafayette no tiene tiempo de seguir consejos de nadie.
Así que se lo ata como el mejor sabe.
Y simplemente utiliza enjuage bucal.
Si usa una buena excusa seguro que lo dejan entrar a su primera clase...
Su celular vibra en su bolsillo, Lafayette no mira siquiera quién es y simplemente contesta.
—¿En donde te metiste desgraciado?—la voz de Maria suena furiosa a través del teléfono. Tanto que Lafayette no puede evitar asustarse un poco. De fondo, el francés alcanza a oír "¿qué es un desgraciado?" Con voz inocente proveniente de la pequeña niña de María.
—Pasaron muchas cosas Mari...
—¡Me tenias tan preocupada! Te llamé como mil veces, cabrón. Ahora mismo te vienes a mi casa—declama la morena firmemente.
—Lo siento Mari. Iré a tu casa después, ¿sí? Tengo clas-
—¡No me importa! Te vienes acá ya, o sino yo iré por ti y armaré un escándalo, te espero. Mi niña está aprendiendo malas palabras por tu culpa.
Y cuelga. Lafayette mira la hora de su celular. Bueno, de todas maneras no iba a alcanzar a entrar.
Así que sin más sale de su casa con las llaves de su motocicleta en mano... pero cuando sale se da la grata sorpresa de que su motocicleta sigue estacionada cerca del club. "Qué maravilla" piensa Lafayette mientras comienza a correr. Tendrá que tomar el autobús.
. . .
María vive en una serie de departamentos de máximo dos habitaciones (ideales para estudiantes universitarios o jóvenes independientes)que están casi, a dietas de la ciudad. Pero son de buena calidad y rentables. Y, nadie fuma drogas o se amenazan con pistolas. Aunque le quede lejos, Lafayette está muy de acuerdo con que ella viva ahí. Lejos del peligro. Con un guardia de seguridad que trabaja toda la noche.
Maria vive en el piso dos, departamento 4. Lafayette sube las escaleras con tranquilidad, cada movimiento le duele pero es esa clase de dolor soportable así que no se queja.
Nunca se ha quejado.
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₊˚*･῾ Mírame | hamlaff°·*• ˎˊ-༄*
Hayran Kurgu-Nunca supo lo que en realidad era Lafayette hasta que descubrió cada uno de sus secretos. Lafayette nunca supo quién era Alexander hasta que besó cada centímetro de su piel. /B o r r a d o r.
