Confusión

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-Nathaniel-dijo con una sonrisa encantadora

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-Nathaniel-dijo con una sonrisa encantadora.

-Nathaniel~~-masculló haciendo pucherito mientras intentaba desenroscar una botella de Coca-Cola.

-¡Nathaniel!-enojada y con los cachetes rojos.

-Naaaath-mientras estudiaba.

-Nathaniel...-roja, jadeante y deseosa...


Abrí los ojos. Estaba en mi cama, había estado soñando con Annie de nuevo. Me di vuelta quedando de espaldas mientras me tapaba la cara con los brazos...estaba volviéndome loco. La convivencia se estaba volviendo imposible al punto que se me iban los ojos con ella cada vez que la veía aparecer por el comedor usando unos jeans ajustados o una camiseta escotada. Mi hermana ya se había dado cuenta de ello y me lo había hecho notar.

-¿Por qué no vas y le dices lo que sientes?-me dijo cuando estábamos comiendo los dos solos en la cafetería del campus-¡Kentin te la va a terminar robando si esperas más tiempo!

-Kentin no va a volver-gruñí-Es obvio que no encontró nada sino ya estaría golpeando a nuestra puerta y gritando el nombre de Annie. Quiero ir despacio con ella, además sé que aún no lo ha olvidado.

-Nada hace que te olvides de un hombre que besando a otro-remató mi hermana, me puse colorado-Toma cartas en el asunto y dile lo que sientes, al menos. O luego será demasiado tarde.

¿Qué iba a hacer? Había estado intentando acercarme a ella de mil maneras diferentes, pero Annie me ponía un sutil pero firme freno que hacía que me acobarde, sin embargo así como me decía que no con alguna que otra caricia me decía que sí para los abrazos o las cosquillas, ver pelis juntos, acariciar su cabello... Estaba cada día más confundido.

Me giré y me fijé en la hora: Eran las 5 de la mañana.

-Mierda...-susurré. No podía creer que este sea el tercer día consecutivo que me levantaba a esta hora,ni modo. Mejor era empezar el día, no iba a poder pasarme otras dos horas acostado en la cama sin hacer otra cosa que mirar el techo y pensar en ella. Me incorporé en la cama y revolví mi cabello, tomé mi equipo deportivo, mis zapatillas y me puse los audífonos y salí a correr para tratar de despejar la mente pero fue imposible; volví una hora más tarde, sudado y agotado y con la cabeza aún hecha un enjambre de dudas. Para cuando volví Annie ya se había levantado y estaba haciéndose un café.

-Hola, Nath-me dijo sonriendo dulcemente-¿Te caíste de la cama o te despertaste super fit?

Me reí para disimular mi nerviosismo. En realidad me había levantado con ganas de llevarla a mi cama y besarle hasta la sombra pero no podía responder eso.

-Algo así-dije mientras acariciaba su cabeza-Cuando no puedo dormir salgo a correr.

-Eso suena a insomnio por una chica-rio la castaña, guardé silencio-Y tu silencio lo confirma ¿La conozco?

Corazón de Melón con Limón (libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora