Corazón de Melón con Limón (libro #2)

Gracias, Nathaniel

Me quedé en el loft el tiempo suficiente para que mi ropa se secara y poder volver a usarla, pues toda mi ropa estaba en casa de Ámber y Nathaniel.

Kentin me prestó una de sus camisetas y me paseaba por el apartamento sin ropa interior, vestida únicamente con la ropa que mi novio me había dado para que no sienta frío, aunque estaba haciendo bastante calor afuera ahora que había parado la lluvia y el Sol había salido haciendo que se levantara un vapor insoportable.

-¿De verdad tienes que ir a recoger todas tus cosas?-me preguntó mi novio mientras me cambiaba y arreglaba un poco pues tenía todo el maquillaje corrido. Rosa me mataría si supiera que le estaba usando sus maquillajes-No me agrada para nada la idea de pensar que vas a estar sola con él de nuevo, más después de todo lo que pasó.

-Kentin, mis cosas y mi perro están ahí-le recordé mirándolo sobre el hombro, sentada en el borde de la cama horas antes habíamos estado haciendo el amor-Además, recuerdo perfectamente que me habías perdonado.

-A ti, sí. A Nathaniel, no-aclaró mi novio. Suspiré molesta pues no quería que estén enemistados.

-Es tu amigo...

-No. No lo es. Ya no-sentenció el ojiverde mientras se vestía-Desde el mismo momento en que él te llevó a vivir a su casa que dejó de ser mi amigo.

-Kentin, él te salvó la vida.

-¿Y qué? ¿Sólo por eso debo mirarlo a los ojos sabiendo que se cogió a mi prometida?

-No era ni tu prometida ni tu novia en ese momento.

-No importa, hay códigos entre los hombres. Las novias de los amigos tienen bigote, no se miran ni se tocan-la voz de mi novio era bastante amenazante, cargada de bronca y dolor.

Dejé salir un suspiro lleno de frustración. Lo único que yo quería era que ellos dos sigan siendo amigos, más allá de todo lo que haya podido pasar pero al parecer Kentin no estaba dispuesto a enterrar el hacha de guerra por nada del mundo. Quizás con el tiempo esa herida sane pero era demasiado pronto para pedirle que perdone a Nathaniel por lo ocurrido.

-Te llevaré a casa de Nathaniel así sacas todo cuanto antes y regresas aquí-se ofreció Kentin.

-Primero quiero hablar con él y darle las gracias por todo lo que hizo-mi novio dejó salir una risa llena de sorna y desprecio-¿De qué te ríes?

-¿Vas a agradecerle por lo que hizo?-Kentin me miró aún riéndome-Lo que deberías hacer es sacar todo de allí y no volver a dirigirle la palabra por respeto hacia mí.

Me levanté de la cama y lo miré decidida, antes que esto continué y antes de yo volver con él debía de ser bien clara con mis intenciones para con ellos dos, para que luego no haya sorpresas de ningún tipo.

-Mira, Kentin-empecé mirándolo directamente a los ojos-No vayas a pretender que corte mi amistad con Nathaniel porque desde ya te digo que no lo voy a hacer. Lo que pasó fue en un momento en que estaba muy vulnerable y me arrepiento de haberlo hecho pero yo no voy a dejar de hablarle sólo porque tú me lo pides.