Finalmente... Había llegado el momento de implementar la tercera y última parte de mi plan, podía saborear la dulce venganza en mi lengua y me relamía de solo imaginar que pronto, muy pronto, iba a poder demostrar mi inocencia y volver a tener a Annie entre mis brazos. Pero primero debía hacer una llamada urgente.
-Papa, soy Kentin-dije hablando por el celular mientras terminaba de elegir la ropa que iba a usar-Quiero una copia de ese archivo y que hagas exactamente lo que hiciste recién con la cara de esa muchacha... No, no, escúcham...ESCÚCHAME... No me importa si me expulsan y créeme que nadie se enterará que fuiste tú el que me dio esta informacón, no me olvidaré de lo que hiciste por mí... Gracias, Papa. Te debo una y de las grandes.
Colgué el celular, fui a darme una ducha y a cambiarme de ropa, tenía que mostrarme seguro y varonil ante Laeti así que me puse las mejores prendas que tenía: Unos jeans claros y una chomba negra bien ceñida al cuerpo que me destacaba los músculos, un par de zapatillas rojas y me puse gel en el cabello levantando un poco más la cresta. Dudé si ponerme o no mis lentes de montura verde pero los dejé de lado, me puse perfume y salí hacia la división femenina a buscar a a aquella infeliz.
Esperé a que las chicas salgan colocando las manos en los bolsillos y levantando suavemente el mentón mientras me apoyaba en uno de los Jeeps del ejército. Era viernes a la noche y seguramente aprovecharían para irse a algún antro; finalmente cuando Laeti salió se quedó mirándome, esbozó una media sonrisa... Dios, que asco me daba pero debía jugar esta última mano y luego podría regresar a casa.
-Kentin, hola-ronroneó con una sonrisita y voz seductora.
-Hola, linda-le susurré con voz gruesa, Laeti se sonrojó intensamente. Denme el Oscar porque sin dudas era un actor de la puta madre.
-¿Qué estas haciendo por aquí?-preguntó mientras con su dedo me acariciaba el pecho.
-Vengo a verte-le dije seductoramente mientras colocaba un mechón imaginario detrás de su oreja, se sonrojó mientras sonreía. Genial, estaba cayendo muy fácilmente en mis redes-¿Quieres dar una vuelta conmigo?
Asintió sin dejar de sonreir, nos fuimos caminando hacia los campos de prácticas de tiro. Yo sabía que a esa hora allí no había nadie y seguramente nadie me molestaría. Entramos al recinto, era un lugar con soportes para los rifles y barras para colgar las municiones, todo estaba completamente oscuro salvo por las luces de los caminos internos de la academia.
-Ohh ¿Qué es este lugar...?-preguntó Laeti fingiendo inocencia y temor, dio el primer paso acercándose a mí mientras me ponía los brazos atrás del cuello-Tengo miedo, Kentin...
Acto seguido me besó con salvajismo y fuerza haciéndome daño en los labios. Le seguí el juego aunque por dentro me moría del asco de tener su lengua pegada a la mía. Sentía deseos de llorar de sólo pensar en el rostro de Annie cuando le tenga que contar lo que hice por ella pero debía ser fuerte y aguantar. Cosas peores había soportado hasta aquí. Mientras la iba arrinconando contra la pared la levanté de su trasero y la pegué contra una de las barras. Laeti gemía y se movía, rápidamente le levanté los brazos y la até rápidamente con una soga que ya tenía preparada en el bolsillo trasero de mi pantalón.
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Corazón de Melón con Limón (libro #2)
RomancePasate por la playlist del fanfic en Spotify y escuchá toda la música que seleccioné especialmente para mi obra! https://open.spotify.com/playlist/6JQj0i4uwbPZsAz5mYhSDm?si=6fd00dfb3ee8445d REEDICIÓN 2020: Esta historia ha sido reeditada a fin de co...