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DongHyuck dejó de ir a casa de Mark por unas semanas, sus clases de regularización le comían su tiempo y las ganas de visitar a Mark.
Mark se sentía perdido o sin un pedazo en él, por su sol. No salía durante mucho tiempo de su habitación, veía su techo pensando en DongHyuck, lo maldecía por todo al no venir lo a visitarlo.
Le escribía cada día más de 10 mensajes pero al parecer lo tenía apagado porque ni siquiera veía sus mensajes.
Ni salir al parque era divertido o mirar a los niños caerse en los columpios ni le satisfacía risa como a DongHyuck.
Mirar el mar le causaba angustias, se imaginaba salir del mar a DongHyuck y de un momento a otro verlo estampado en la arena pero caía con estilo.
Mark paseó en su bicicleta para la casa de DongHyuck a visitarlo, su semana era horrible sin él morenito en todo el rato que la pasaban.
Le había traído unos pastelitos que le preparo con amor y consentirlo por su gran aprovechamiento en sus clases de regularización que es la razón por que no lo visita.
Mark bajo de su bicicleta estacionada en el patio de la casa de DongHyuck. Ya sentía muy cerca de DongHyuck en él, volverlo a tenerlo en su alcance.
Toco la puerta de la casa de DongHyuck, se sacudió y arreglo todo en él para verse bien.
La madre de DongHyuck, la señora Lee lo recibió con sorpresa, su rostro reaccionó diferente a las demás veces que lo ha venido a visitar.
– ¡Mark! Este... ¿Por qué esta visita tan sorprendente? – Pregunto la señora Lee con dudas.
– Venía a visitar a DongHyuck, ¿está en casa? – Preguntó el pelinegro asomándose si veía por ahí a DongHyuck.
– Este está en su habitación... Pero me dijo que si un día de estos lo venías a visitar, te olvidaras de él. – La señora estaba por cerrar la puerta de su casa pero Mark estaba confundido por lo que le dijo la madre de DongHyuck.
– ¿Cómo? ¡Estas molestó conmigo!
– No sé, es mejor que ustedes lo arreglen pero no ahora, lo siento Mark. – Cerró la madre de DongHyuck la puerta sin ver a Mark.
Estaba confundido, que fue lo que sucedió con su DongHyuck. Ni siquiera quiere verlo, eso es algo raro en DongHyuck y está seguro que algo está mal en su novio.
Mark saco su celular, busco entre sus contactos a Hyuck y era obvio no tardo en buscarlo porque era el primero de todos. Lo llamo y escucho su voz susurrándole.
– ¿Que? – Contesto DongHyuck sin ganas de saber algo de Mark.
– HaeChan-ie vine a tu casa y tu madre me dijo que me olvidara de ti ¿porque que te hice? – Dijo en la llamada Mark estaba preocupado sostenía su celular muy fuerte para escuchar la voz de su sol.
– Tú no eres el Mark que conocí antes, eres un bastardo, no quiero saber de ti nunca... – DongHyuck colgó la llamada, dejando a Mark con lágrimas llorando por su sol.
