HIGHWAY TO HEAVEN
– Mark... Todo salió a la perfección, tal como querías. Lo lograste.
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Mark despertó agitado, sus ojos le dolían mucho por la luz que lo cegaban.
– ¿Por qué me duele tanto la barbilla? – Dijo el pelinegro quejándose del dolor y al parecer no tenía nada en su barbilla de dónde provenía su dolor.
– ¡Oh! A ti te estaba buscando. – A unos metros de él se apareció una figura pequeña entre la niebla, cuando al fin pudo diferenciarlo su sorpresa fue de que era una niña.
– ¿A mí? – Se señaló a él mismo confundido, volteo a sus lados para ver si no se había confundido de persona, pero nadie estaba alado de Mark.
– Si a ti estoy buscando, vamos nos llaman. – La niña tomo la muñeca de Mark riendo y llevándoselo con ella.
– ¿Pero a dónde vamos? – Pregunto Mark confundido, trataba de llevar el mismo ritmo de caminata de la niña para no caerse pero era bastante rápida.
– No hagas preguntas, lo divertido de esto es averiguarlo. – Dijo la niña riendo.
– Este es otro tonto sueño mío, espero despertar. – Suspiro Mark cansado.
– Como tú digas. – Dijo la pequeña niña riéndose.
Parecían correr dando vueltas por la misma ruta y no los llevaba a ningún lugar. A ese paso Mark ya se estaba hartando de que la niña lo llevara al aclamado lugar donde los llamaban. Mark se soltó del agarre de la niña molesto.
– ¡No nos estas llevando a ningún lugar, de seguro ni sabes a donde ir! – Mark le grito a la niña frustrado, sus nudillos estaban rojos y antes de que haga algo se dio la vuelta y se sentó respirando hondo.
– Busca tú lugar feliz. – Mark cerro los ojos, al cerrar sus ojos solo encontraba momentos que compartió junto con DongHyuck y eso lo tranquilizaba.
Mark cabizbajo su cabeza apoyándola sobre sus rodillas, de un momento para otro sus emociones se descontrolaron, quería llorar sin ninguna razón.
– ¿Te encuentras bien? – La niña escucho sollozar a Mark en el suelo, fue a abrazarlo.
– No, no estoy bien. Necesito a DongHyuck. – Sollozo a un más fuerte el pelinegro ocultando su rostro entre sus piernas.
– ¿Al niño morenito? – Pregunto la niña sorprendida.
Mark miro a la niña trastornado al escuchar que menciono algo que caracteriza a DongHyuck.
– ¡Si! – Mark rápidamente se paró del suelo y se limpió las lágrimas.
– ¡Yo te puedo llevar con él! – La niña respondió contenta extendiendo sus brazos.
– JAJAJA Es inútil que lo intentes, solo me despertare para ir lo a ver. – Bufo Mark cerrando los ojos, pasó un rato y el plan de Mark no resulto bien, lo intento de nuevo, y de nuevo, y de nuevo. Pero no funciono su intento, ¿Qué le sucedía?
La niña lo miro extrañada por lo que hacía Mark.
– ¿Por qué no me puedo despertar? Despiértate Mark. – Mark cerró sus ojos y picándose los brazos para poder despertarse.
– Acaso no sabías... - Contesto la niña asustada y triste.
Mark vio la reacción de la niña deprimida, ahora entiende lo que sucede.
– JAJAJAJA no es lo que estoy creyendo, este es un tonto sueño. – Mark se intenta despertar pero no lo consigue, entra en desesperación.
– Pues acostúmbrate a tu nueva vida. – La niña se fue corriendo riendo dejando a Mark solo entre la niebla.
Mark lloro de impotencia, significa que ya no volverá a ver a las personas que tanto amaba, lo que más odiaba lo acabo matando, él mismo se acabó matando.
– Ni siquiera me despedí de DongHyuck ni de mis padres, no les escribí nada para que entendieran mi grave problema, te odio, me odio, me odian. – Mark se acostó en el blando suelo blanco.
Mark se encontraba en paz, tal vez lo que la niña le trataba de decir es que se encontrara a él mismo. El cielo es muy lindo y tranquilo, nadie lo molesta, se siente satisfecho, puede respirar al fin.
Mark se levantó para ir un extremo del suelo, desde ahí podía ver a DongHyuck contento, eso puso muy feliz a Mark.
– Espero haberte hecho feliz mientras andábamos DongHyuck, prometo buscarte en la próxima vida y hacerte más feliz como lo estás haciendo y sacarte de nuevo esa misma sonrisa.
– ¡Mark, vámonos! – La niña saludaba a Mark desde lejos esperándolo para irse juntos, Mark se levantó y corrió hacia la niña y llevársela cargando riéndose los dos juntos.
FIN