Emperatriz/Gran Duquesa.

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La guardia posicionada a los lados con sus espadas y lanzas desenfundadas, se mantenia en perfecto orden marcial esperando por màs ordenes, todos con sus armaduras de ceramita de color dorado, y ademas resistentes a explosiones y disparos de media potencia, pero si se usaran armas de gran potencia y enemigos con habilidades y armas decetes podrian poner contra la pared a esa temible Guardia Imperial, al menos los batallones de choque siempre se encontraban presentes en donde se necesitaba la Pax Imperial.

Pero debido a la incompetencia y corrupciòn que se extendia, la noble y poderosa guardia se estaba debilitando màs y màs...y bueno esa debilidad sepodria borrar facilmente con una temible represiòn y el eco de sus victorias pasadas que resonaban con fuerza en la actualidad.

La Emperatriz atraveso a sus guardias con su sequito de servidoras, todas nobles de alto rango y que eran muy utiles debido a que pertenecian a la nobleza alta, se encontraba en uno de los lugares màs exclusivos del Imperio, una de los planetas: Moda, un planeta dedicado su negocio a la producciòn de miles de toneladas de ropa, ademas de mantener una linea de modistas que confeccionaban las màs elitistas y unicos ropajes para no solo los nobles, tambien para la realeza.

Miro los cientos de vestidos que se ponian frente a ella, y con una mano la Emperatriz, mujer castaña y de una inteligencia sublime, ademas de unos excelentes atributos corporales y un talento en la politica que habia permitido volverse en un activo valioso para la dinastia Imperial.

Las ropas que se acumuluaban en el inventario que se llevaria se acumulaban, los maestros modistas complacian y actuaban rapidamente.

-Ese, ese, ese- seguia señalando con la calma del mundo-necesitamos algo para la futura emperatriz- sonrio pensando en que podria darle un excelente regalo a Grizeila, esa chica peliroja no solo era un activo valioso para mantener su alianza con los Wolfhunds, tambien era una chica diligente y que se esforzaba en su papel, era una chica excepcional, durante todos esos años habia resistido ese entrenamiento espartano, sabia que la chica le odiaba con todo su corazon, lo sabia...porque habia tenido ese entrenamiento infernal, a veces se rebelaba y gritaba y perdia la cabeza y luego era forzada para regresar a las clases, pero al final cuando se caso con el Emperador a los 21 años, las clases terminaron y comenzo el mundo real...el cual fue amargo comparado con su entrenamiento que ahora lo miraba como un pequeño dulce antes de la terrible y nauseabunda realidad.

Suspiro una lastima que su el heredero al trono no lo fuera, y prefiriera malgastar su tiempo en buscar en divertirse y perder el tiempo con cualquier excusa, seria mucho mejor otros principes pero debido a los conflictos y peleas dentro de la corte los posibles enemigos al trono de su hijo ya habian sido aniquilados o exilidados, los màs debiles eran los unicos a los que se les permitia vivir.

Pero solo es cuestion de tiempo para que tome cabeza, ser el Emperador de un vasto imperio da unas lecciones muy dolorosas.

-Mi Emperatriz- aparecio una de su damas de compañía.

-¿Que ocurre?-

-Su hijo...el principe ha roto el compromiso de matrimonio...con la prometid.....ex-prometida Grizeila Wolfhunds-

La calma y sonrisa de la reina se mantuvo calmada y todo alrededor se enfriaba.

Espera...tal ves se comprometio con una de las chicas de otra casa Ducal...tal ves no sea tan malo.

-Con quien desea casarse el principe-

-Es la hija de un baron-

Nunca en todos sus años desde sus años entrenando la Emperatriz habia perdido los estribos y gritado con tanta ira en todo su reinado...

Reencarnados: La villana quiere venganza y el Duque quiere pelirojas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora